El gato cae parado

Donde me relata el fracaso de Tramafato, y su retorno a Jodonia: “Tramafato, al desembarcar en el Puerto de San Pedro Franklin con sus hombres derrotados y maltrechos, nadie los esperaba, nadie sabía lo acontecido. No había comunicación “oficial” entre ambas islas. En el muelle formó a su tropa y la arengó diciendo que fueron heroicos y repitió, que fueron a pelear contra Van Hoos, no contra los elementos naturales adversos, no dijo “el pérfido Van Hoos” como solía nombrarlo. Y los conminó a regresar a sus hogares y, que premiaría su heroísmo. Temiendo la desbandada, retuvo a sus trescientos hombres “leales hasta morir”, pero la tropa no salió corriendo como había pensado, sino que permaneció en formación, comprendió que el infortunio los había atado a él y que le eran más leales que antes. Ordenó transporte para regresarlos a su cuartel. Consiguieron ocho autobuses, los tomaron por la fuerza e iniciaron el retorno a Nadajala. El tirano esperaba lo peor y tramaba como superar el temporal.

El naufragio de Tramafato

“A casi diez años de su muerte se ha levantado en la prensa, una ola de indignación contra el tirano Tramafato” -dice- “no por sus crímenes contra los que aspirábamos a tener más libertad y progreso en la Isla, sino por haber enajenado la isla de Tejavanes que constituía la reserva territorial más importante que teníamos. Si Jodonia vivió ignorada por el mundo, Tejavanes fue a su vez ignorada por Jodonia.

Suspiros de un policía

Con la venia de Barbalila he publicado trozos de sus cartas. En una reclamación respecto a la forma en que sus majestades los Reyes fueron llevados a visitar Jodonia, me dicen que la visita fue concertada por las vías diplomáticas acostumbradas. Yo sólo he transcrito lo que recibí; pido a los reclamantes se dirijan personalmente a él: Trugulio Barbalila, Posada Familiar Greta, Av. Libertad y Dr. Merobio Letra “C”, Nadajala, Jodonia.

Invitados del cielo

De las cartas remitidas por Barbalila, copio unos párrafos: “Me admira el empeño que ponen los muchachos hospedados con Doña Greta en sus estudios. La seriedad con que se concentran …

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Más de Amorita

“Cuando Amorita descubre las infidelidades de su marido, sus hijos varones, Amadis y Orlando, estaban en plena adolescencia y no hay jueces más duros que los chicos de esa edad. Y si a ello agregamos la insidia de la madre predisponiéndolos contra el padre y que éste, además de dominante es injusto, tramposo y mentiroso con sus hijos, hasta en los juegos más inocentes, podrás imaginar la dimensión del odio filial hacia su progenitor. En cuanto a Irene, la hija mayor, siempre amó al padre y culpó a la madre de los traspiés dados por él. El resultado de ello: la hija soltera en Nueva York, dirigiendo una empresa de moda, o algo por el estilo, y los hijos viviendo en un yate en Montecarlo, después de haber fracasado en sus matrimonios, pues la madre, acostumbrada a dirigir todo, también lo quiso hacer con sus vidas, con sus nueras y nietos y, cuando la primera nuera se negó a seguir fielmente sus lineamientos, Amorita decidió que ella No… era lo conveniente para su hijo, e hizo todo lo posible por hundir su matrimonio, hasta que lo logró. Y, cuando la segunda nuera se rebeló, no tardó en torpedearla hasta lograr la separación. El resultado de todo ello fue que Amorita, representando el papel de víctima, traicionada por el marido y después ignorada y ofendida por nueras y consuegras quedó, como el gigante egoísta del cuento dueña absoluta del castillo, pero sola, (que es lo que estuvo deseando siempre, quizás).

La Generala

Encontré otra carta remitida desde Jodonia hace unos dos años por mi amigo Barbalila, de la que copio su parte interesante cortándole los saludos y la cola, las despedidas y …

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