Shalva en el Maratón de Jerusalem

La primavera dio inicio en Jerusalem con el Maratón, que a diferencia de muchos otros en el mundo, en estas calles hay no solamente historia de más de 3,000 años, sino el espíritu de Sion, la emoción de correr en la tierra nuestra, con las banderas de Israel y de Jerusalem ondeando, con el hebreo a viva voz, con los tambores animando al corredor, con la gente portando Tefilin para rezar antes de comenzar el reto… Son esos aspectos que lo hace único y especial, que al judío de cualquier parte del mundo le da orgullo y pertenencia. Por ello, sin lugar a dudas, no es un maratón más en el mundo.

Shalva, como institución que con tanta excelencia y calidad humana ofrece a manos llenas cobijo, apoyo y calidad de vida tanto a personas con discapacidad como a sus familias, ha tenido el gran acierto de inyectar una doble motivación: por un lado, el animar a correr ya sea 5, 10, 21 o 42 kilómetros, y por otro, destinar estos loables retos deportivos a una causa tan noble. Por ello, Shalva ha hecho del maratón de Jerusalem algo aún más especial y extraordinario.

Claro que México no puede quedarse fuera de esta gran experiencia y a la vez de tener la oportunidad de hacer algo bueno por los demás. Asistimos una delegación de siete personas: Moy y Mery Volcovich con sus hijos Aby y Galia, Ruth Atri y las hermanas adolescentes Mariana y Andrea Monzón, cristianas y dignas embajadoras de Shalva, su entrega las ha hecho acreedoras al título “The Shalva Sisters”; cabe destacar que Mariana es sobreviviente de cáncer.

El recorrido de esta justa deportiva es bastante difícil, muy pocos son los tramos planos; pero en medio del esfuerzo y el cansancio, cuando recordamos el compromiso para con la gente de Shalva, en donde se respira un ambiente de felicidad, en donde hay la certeza de un gran presente y futuro para todo el que ingresa (no solamente los beneficiados, sino quienes trabajan y cooperan), no hay mejor aliciente, ni mejor inyección de energía para salir triunfadores de la carrera.

Shalva nos hace sentir que los afortunados somos nosotros al ser parte de este hermoso proyecto de vida.

Después de esta vivencia, difícilmente otro maratón podrá superar tantas emociones.

Así que te recomendamos, si te gusta correr, que consideres el año que entra participar con la distancia que tú prefieras y hacerlo abrazando la causa de Shalva.