Cadena: Misión Chiapas 2013

A causa del paso del huracán “Bárbara” en los 90 kilómetros sobre la zona costa de Chiapas, quedó un saldo de más de 15,000 casas destruidas a las familias que se sostienen del sector pesquero y más de 2400 lanchas destruidas, quedando la mayor parte de socios desprotegidos, sin trabajo, sin techo y con caminos destruidos en lo que actualmente no hay comunicación. Las comunidades quedaron muy dañadas con escombros y materiales que no se han podido limpiar para abrir paso y empezar con la resiliencia de las comunidades.

El pasado 21 de junio del presente año, CADENA formo un equipo de 20 voluntarios para aportar a las comunidades un poco de ayuda,  se entregaron en el municipio, despensas a 1800 familias, 240 consultas médicas y 1000 prendas de ropa.

Las personas que recibieron esta ayuda terminaron agradeciendo a Cadena, ya que no han tenido apoyo de parte de ninguna institución, ellos dicen que se sienten “olvidados”, algunas personas nos contaron que a sus hijos los perdieron,  “se los llevo el mar”, justo cuando inicia el movimiento, estaban en plena pesca. Muchas más personas se quedaron sin hogar, la pesca fue afectada y es su fuente de ingreso, su forma de vida.

En la parte médica, pudimos observar que la mayoría padecía de infecciones gastrointestinales y cataratas en los ojos, producto de la mala higiene y falta de agua y contaminación de la misma, además de que mucha gente presentaba problemas con la diabetes, quedaron muy satisfechos con la atención que recibieron de parte de las doctoras que fueron voluntarias en esta misión.

Les comparto una reflexión de la misión que nos envió uno de los voluntarios:

Los grupos de voluntariados de CADENA en las diferentes misiones son un gran equipo que se enseñan mutuamente a ayudar. Ayudar se aprende, ayudar se descubre, ayudar se hace desde el corazón y al ayudar te ayudan…

Un hermano me recordó lo que es ayudar:

Resulta que en la misión “mano a mano” en Tonalá, Chiapas el equipo de voluntarios nos hospedamos por dos noches en un hotel y, como cualquier hotel, este ofrecía limpieza del cuarto como es hacer las camas. Una persona decidió hacer su cama y su primo lo siguió, pero la última persona que se hospedaba en ese cuarto, no comprendía por qué habían hecho la cama sus compañeros de cuarto si habría una mucama que las haga pues es su trabajo, y la respuesta de este gran líder fue: “En lo personal, no me quita más de dos minutos hacer mi cama, y si los tres tendemos nuestra cama, cuando llegue la mucama pensando que tiene que tender tres camas, se dará cuenta que ya no necesita hacerlo e invertirá ese tiempo en algo más, adicional a la felicidad que sentiría de ahorrarse un poco de trabajo”.

Este suceso me hizo reflexionar que ayudar es un impulso hacia alguien, ya sea con una despensa, ropa, un juego, o incentivando felicidad en sus vidas, para que esta persona pueda salir adelante por su propia voluntad y acción, pues la acción es el motor para todo cambio… Es simple, es una cadena.

El maestro chocolatero José Ramón Castillo presentó su línea kosher

El trabajar de forma kosher significa gran calidad, es el saber la parte higiénica, no mezclar los lácteos, el que sólo existan ingredientes para utilización de alimentos con o sin leche. “La comunidad judía pidió que nos hiciéramos kosher. Se hicieron todos los exámenes, llegaron los rabinos y hoy por hoy ya se cuenta con la certificación otorgada por la empresa “One Kosher” encabezada por el rabino Nissim Hilu Michan.

“Es un gran honor pertenecer a esta comunidad y poderle dar los servicios que necesitan para que estén contentos. Es un gran gusto que te busquen. Dimos el ancho a sus estándares de calidad y estamos felices de poder ser los proveedores de sus chocolates y sabores mexicanos”, finaliza el chef.

Hace ocho años, el chef José Ramón Castillo emprendió una aventura que lo llevó a la creación de una chocolatería como ninguna antes vista: una forma de manejar el cacao quitando cremas y mantequillas para hacer un relleno totalmente innovador, además de apoyar de lleno a la industria cacaotera mexicana. A esa técnica la llamó “Chocolatería Mexicana Evolutiva”, la cual se trabaja con agua, con la pulpa de la fruta y con infusiones de hierbas.

Así, hoy el chef celebra lanzando una colección en donde renueva por completo el “look” de sus bombones, así como con el anuncio de la certificación kosher.

“Estos 8 años han sido una linda experiencia. Es el conjunto de esfuerzos de muchas personas. Al inicio no fue fácil, el poner chocolates con coberturas mexicanas y que la gente lo aceptara fue un tanto difícil, pues en ese entonces se creía que el chocolate tenía que venir de Francia o ser belga para ser bueno No existía una cultura del verdadero cacao y de la importancia del cacao latinoamericano”, comenta el chef.

Otra de las novedades de esta “Chocolatería Mexicana Evolutiva” fue el pintar los chocolates rompiendo paradigmas para crear una tendencia. Así la gente fue aceptando los sabores mexicanos, las propuestas del cacao mexicano, así como los colores.

Con el paso de los años, “Que Bo!” comenzó a hacerse una chocolatería mexicana y hoy por hoy es la mejor de todo el país, hecho avalado por “Le guide des Croqueurs de Chocolat”, quienes lo invitaron el año pasado al “Le Salon du Chocolat 2013”, cúspide de las exposiciones y de las justas de chocolate a nivel mundial.

La nueva colección de bombones se da tras 8 años de observar varias chocolaterías adoptando el molde de Que Bo!, por lo que la evolución fue el paso a seguir.

“Usamos un molde totalmente nuevo inspirado en la parte femenina, ya que nuestro mercado es el 98% mujeres y qué mejor hacer los bombones en forma de la punta de un labial. Tienen un brillo espectacular, nueva forma, así como un sello que los hacen únicos: mi firma dentro de cada uno”, cuenta Castillo.

Dentro de los diseños se utilizan tanto pistolas como aerógrafos y la distintiva decoración a dedo que lleva haciéndose en “Que Bo!” desde hace 8 años.

Esto es definitivamente un parteaguas dentro del diseño de bombones en México ya que se hace con una empresa totalmente mexicana de nombre “Castago” para la cual el chef será el embajador e imagen de dicha marca. Se usan moldes de policarbonato de forma industrial de calidad excelente y se bajó 32 gramos a cada molde.

Los nuevos sabores de esta línea son: naranja con sal de gusano, tamarindo con chapulines y sabor a gansito. Algunos de los sabores que han hecho famoso a “Que Bo!” son: Motita de plátano, Sugus de Uva, Pan de muerto, Agua de Jamaica, Tamarindo, Boing de Guayaba, Mango con Chamoy, Café de olla, Limón con chía, Pay de limón del Vips y Mazapán, entre otros.