A causa del paso del huracán “Bárbara” en los 90 kilómetros sobre la zona costa de Chiapas, quedó un saldo de más de 15,000 casas destruidas a las familias que se sostienen del sector pesquero y más de 2400 lanchas destruidas, quedando la mayor parte de socios desprotegidos, sin trabajo, sin techo y con caminos destruidos en lo que actualmente no hay comunicación. Las comunidades quedaron muy dañadas con escombros y materiales que no se han podido limpiar para abrir paso y empezar con la resiliencia de las comunidades.
El pasado 21 de junio del presente año, CADENA formo un equipo de 20 voluntarios para aportar a las comunidades un poco de ayuda, se entregaron en el municipio, despensas a 1800 familias, 240 consultas médicas y 1000 prendas de ropa.
Las personas que recibieron esta ayuda terminaron agradeciendo a Cadena, ya que no han tenido apoyo de parte de ninguna institución, ellos dicen que se sienten “olvidados”, algunas personas nos contaron que a sus hijos los perdieron, “se los llevo el mar”, justo cuando inicia el movimiento, estaban en plena pesca. Muchas más personas se quedaron sin hogar, la pesca fue afectada y es su fuente de ingreso, su forma de vida.
En la parte médica, pudimos observar que la mayoría padecía de infecciones gastrointestinales y cataratas en los ojos, producto de la mala higiene y falta de agua y contaminación de la misma, además de que mucha gente presentaba problemas con la diabetes, quedaron muy satisfechos con la atención que recibieron de parte de las doctoras que fueron voluntarias en esta misión.
Les comparto una reflexión de la misión que nos envió uno de los voluntarios:
Los grupos de voluntariados de CADENA en las diferentes misiones son un gran equipo que se enseñan mutuamente a ayudar. Ayudar se aprende, ayudar se descubre, ayudar se hace desde el corazón y al ayudar te ayudan…
Un hermano me recordó lo que es ayudar:
Resulta que en la misión “mano a mano” en Tonalá, Chiapas el equipo de voluntarios nos hospedamos por dos noches en un hotel y, como cualquier hotel, este ofrecía limpieza del cuarto como es hacer las camas. Una persona decidió hacer su cama y su primo lo siguió, pero la última persona que se hospedaba en ese cuarto, no comprendía por qué habían hecho la cama sus compañeros de cuarto si habría una mucama que las haga pues es su trabajo, y la respuesta de este gran líder fue: “En lo personal, no me quita más de dos minutos hacer mi cama, y si los tres tendemos nuestra cama, cuando llegue la mucama pensando que tiene que tender tres camas, se dará cuenta que ya no necesita hacerlo e invertirá ese tiempo en algo más, adicional a la felicidad que sentiría de ahorrarse un poco de trabajo”.
Este suceso me hizo reflexionar que ayudar es un impulso hacia alguien, ya sea con una despensa, ropa, un juego, o incentivando felicidad en sus vidas, para que esta persona pueda salir adelante por su propia voluntad y acción, pues la acción es el motor para todo cambio… Es simple, es una cadena.