Con el apoyo total, irrestricto de la gran comunidad judía de la ciudad de Miami, el equipo Heat, el Calor, logró su tercer título en fila en la gran final frente a los Spurs de San Antonio en siete juegos.
Miami demostró y con mucho ser el mejor conjunto de la NBA que es la máxima organización de este deporte ráfaga y tuvo en Lebron James, al jugador más valioso del juego y de la serie.
San Antonio es un tremebundo equipo que estuvo cerca de lograr el título, pero jugando en su casa, y con un apoyo total de la población era más que imposible no lograr el título.
Este deporte en esta ciudad supera al beisbol por completo, al Hockey y sólo el Fútbol se le acerca con los Delfines de Miami.
La colectividad judía con su aporte, soporte y apoyo ha tenido un sitio trascendental en el nivel que ha mostrado este cuadro.
Es noticia de ocho columnas y pensamos que El Calor tiene para dar más pues sus jugadores están en gran momento y pueden mantenerse en la cúspide.
Felicitamos a la directiva, jugadores, personal administrativo y agradecer este espectáculo al que muchos hemos podido observar.
El Miami Heat, invencible.