Alberto Lati, Pasión y profesionalismo en periodismo deportivo que ha dejado huella alrededor del mundo

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Judíos destacados en México

Alberto Lati nació el 20 de junio de 1978 en la ciudad de México, D.F. Cuenta con una Licenciatura en Comunicación y diplomado en crónica deportiva.

Ha trabajado para la cadena mexicana Televisa desde 1995. Se le conoce sobre todo por haber sido corresponsal en diversos sitios con motivo de coberturas deportivas.

Una de las características de su trabajo es que cuando es asignado a la cobertura de algún evento deportivo de gran magnitud, como son las Olimpiadas, la Eurocopa o el Campeonato Mundial de Fútbol, Alberto se muda a vivir al país en cuestión a fin de irse compenetrando con el idioma, la cultura y las costumbres del país, a la vez que elabora interesantes reportajes que le darán al teleespectador una visión mas amplia de lo que se vive en el lugar, más allá de la competencia deportiva.


Radicó en Japón, España, Grecia, Alemania, China y Sudáfrica. Lati es capaz de comunicarse y efectuar entrevistas en numerosos idiomas (español, inglés, francés, italiano, alemán, japonés, hebreo, griego, mandarín). Sus reportajes y trabajos periodísticos suelen mezclar temas culturales y sociales con los deportivos.

Cuando cursaba el último año de preparatoria, acudía a Televisa por las tardes y durante los fines de semana; fueron días de mucho aprendizaje durante los cuales, aunque todavía no percibía sueldo alguno, cada jornada le permitía ir adquiriendo experiencia.

Dejemos que sea el mismo Alberto el que nos cuente mas sobre su fructífera carrera:

Antes de viajar, leo entre 50 y 60 libros para conocer la historia y la cultura del país al que llegaré a hacer una corresponsalía. Eso me ayuda a entender mejor la idiosincrasia y a liberarme de prejuicios.

Como ejemplo, puedo citar el “choque de culturas” que representó para mi trabajar en Alemania, y aprender alemán debido a mi origen judío. Al principio pensé que ese idioma era el idioma de Hitler, pero luego reflexioné y entendí que no es así, que ese es el idioma de mucha gente maravillosa, cuyo legado deportivo, cultural y artístico es valiosísimo.

Los estereotipos, los prejuicios, son muy cómodos, nos quitan de encima la carga tremenda de analizar, de pensar.

El periodismo, la pasión por ejercerlo, completan “el hambre” que debe tener todo profesional para cumplir con su tarea, independientemente de las condiciones que encuentre en un nuevo entorno.

Entre más difícil sea el lugar al que llegas, más fácil es ser periodista; hasta cómo se lustran los zapatos o cómo se sirve un refresco representan temas para ofrecer un reportaje interesante.

Dice una máxima bíblica: “el que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y yo agregaría: el que tenga dudas que pregunte, el que tenga curiosidad que salga a ver, a oler, que discuta, que formule preguntas….

Viajar no es estar en un hotel cinco estrellas ni comer en el restaurante de comida francesa más elegante de la ciudad, no, viajar es conocer a la gente, escuchar que les falta, que les motiva, que les gusta y que no les gusta.

En el 2000 recibí mi primera asignación importante en el extranjero al ser enviado a cubrir la Eurocopa de Bélgica-Holanda, en la que tuve la suerte de entrevistar a los más grandes futbolistas del momento, además de la leyenda del ciclismo Eddie Merckx y el jugador que modificó el futbol con sus demandas Jean-Marc Bosman.

Cuando fui a la Eurocopa 2000, me dí cuenta de lo necesario que eran los idiomas para poder efectuar entrevistas con los futbolistas más importantes del mundo. En ese entonces, podía comunicarme además de en español, en un limitado inglés y en un aceptable hebreo que había estudiado en el colegio. Debí improvisar que hablaba italiano para entrevistar al entonces jugador juventino Zinedine Zidane, mas no logré preguntarle algo profundo.

En el 2002 me fue asignada mi primera corresponsalía. Durante ocho meses efectué reportajes previos al Mundial 2002, basado en Tokio, Japón, y con constantes viajes a Seúl, Corea del Sur. Ese año comenté la final del Mundial que Brasil ganó a Alemania.

Ya en Japón, tardé un par de meses en atreverme a memorizar palabras niponas y al final conseguí darme a entender, aunque siempre con muchas deficiencias gramaticales. Cada que vuelvo a esa tierra, desempolvo esos recuerdos y me emociona poder hablar un poco de japonés.

Al volver de Tokio y justo antes de viajar a Madrid para la corresponsalía europea, estudié dos meses de francés. Este idioma logré mejorarlo mucho en los constantes viajes laborales a París y a través de grandes amigos franceses que fui conociendo en diversas partes.

En octubre del 2002, tras apenas unos meses en México, me mudé a Madrid, España, donde abrí una oficina y estuve cubriendo lo más relevante del deporte europeo por un año. Además de los eventos que implicaban futbolistas mexicanos, estuve en el Giro de Italia, en el Tour de Francia, en el Mundial de Levantamiento de Pesas, en torneos de Tae Kwon Do y en certámenes de golf con Lorena Ochoa.

En el año que viví en España, tuve la suerte de trasladarme constantemente a Italia, lo que me hizo notar lo sencillo que es hablar el italiano. Compré un diccionario portátil y muchos libros en esa lengua, a manera que por mí mismo me fui adentrando en las dulces letras itálicas.

En octubre del 2003, cambié Madrid por Atenas, Grecia, de cara a los Juegos Olímpicos 2004. Durante ese periodo efectué numerosos reportajes no sólo deportivos, sino también culturales y sociales de la capital olímpica.

Meses después, llegué a Atenas sin saber decir más que Aristóteles o Pitágoras en griego, pero muy pronto eso cambió. Desde la primera noche, pedí al mesero que me escribiera en griego un par de oraciones y no me dormí hasta no aprenderlas. Así, poco a poco conseguí leer con agilidad las letras griegas y, posteriormente, hablar en este idioma.

En abril del 2005 viajé a Munich, Alemania, para vivir mi cuarta corresponsalía. En tierras germanas entrevisté a autoridades políticas y futbolísticas (por ejemplo, Franz Beckanbauer, Michael Ballack, Gerd Mueller, Lothat Matthaeus y Juergen Klinsmann) además de figuras de distintos ámbitos como el ex piloto Michael Schumacher, el ex tenista Boris Becker, la banda de rock Scorpions y la multi medallista en patinaje sobre hielo Katarina Witt.

Entre Grecia y Alemania pasé unos meses en México, los cuales aproveché para tomar un curso intensivo de alemán, el cual duró cuatro semanas y consistía en cuatro horas diarias de lunes a viernes. De esa forma, al aterrizar en Munich contaba con las armas suficientes para meterme en esa cultura y mejorar mi hablar teutón.

Un año después de regresar de Alemania, comencé a estudiar mandarín. Al cabo de cinco meses de esfuerzos y muchas desesperaciones, viajé a Beijing y puse a prueba mis conocimientos del idioma chino: algunas veces lograba conversaciones muy fluidas y otras no me comprendía nadie; sucede que esta lengua tiene muchos y muy variados dialectos. A diferencia del idioma japonés, en mandarín sí aprendí a escribir algunos caracteres y también a leerlos.

En junio del 2008, la mudanza fue más breve al permanecer en Beijing, China, durante tres meses, con distintos reportajes relativos a los Olímpicos 2008.

Además, he cubierto finales de Ligas de Campeones de Europa (en el 2006 en París y en el 2008 en Moscú), Copas Libertadores de América en Perú, Colombia y Argentina, Mundial de Clubes (en el 2006 en Tokio), Copa Confederaciones (en el 2005 en Alemania), Juegos Paralímpicos (en el 2004 en Grecia) y Super Tazón de la NFL (en el 2009 en Tampa) entre muchos eventos más en diversos países.

El periodismo deportivo me ha permitido además realizar entrevistas con personajes de múltiples rubros, como los Nóbel de la Paz Shimón Peres, Su Santidad el Dalai Lama, Frederik De Klerk, Lech Walesa y Rigoberta Menchú, la leyenda del ajedrez y ex candidato a la presidencia de Rusia Garry Kasparov, el arquitecto Santiago Calatrava, la actriz y activista Mia Farrow, el pintor Gregory Colbert, el ilusionista David Copperfield, el tenor Plácido Domingo y el director de orquesta Zubin Mehta.

Dentro del entorno deportivo, he entrevistado a Pelé, Eddie Merckx, Zinedine Zidane, Joseph Blatter, Juan A. Samaranch, Cristiano Ronaldo, Don King, Luis Figo, Ronaldo, Alessandro Del Piero, Johan Cruyff, Just Fontaine, Alfredo Di Stéfano y muchos más.

El mayor reto que he enfrentado en materia de idiomas es, sin duda, el zulú; ser una lengua bantú hace al zulu sumamente útil en el continente africano, pues reúne elementos cercanos a idiomas africanos como Suahili o Xhosa. Lo más complicado son sonidos intraducibles al español consistentes en clicks vocales; además, sus verbos se conjugan con base en 14 variaciones. Vale la pena, es un camino para acercarnos más a los anfitriones del Mundial 2010.

Por último, el idioma ruso no lo hablo pero luego del último viaje que hice a Moscú para la final de la Champions League, alcancé a identificar y leer las letras del alfabeto cirílico (un tanto similar al griego) y a estructurar pocas frases básicas. Es una lengua tan melancólica como esplendida que espero llegar a dominar algún día.

Cuando escucho la pregunta, ¿cuántos idiomas hablas?, respondo que logro darme a entender con mayor o menor claridad en unos diez, pues el portugués es demasiado parecido al español y con el japonés o sobre todo el ruso hablo muy poco, pero a veces suficiente para comunicar una idea o necesidad.En marzo del 2011 el canal Televisa Deportes anunció que Lati ya vive en Londres en donde serán los Juegos Olímpicos en el 2012. Será la séptima corresponsalía en su carrera.

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