Atid no sólo significa futuro. Para quienes ahí estudian, y para sus familias, significa también unidad.
Esto quedó más que demostrado con la reciente tardeada de Bat Mitzvá, en la que 33 niñas lograron dejar de lado las diferencias propias de la edad para festejar, junto con sus familias, tan importante evento en la vida de nuestra comunidad.
La fiesta, llevada a cabo el 15 de febrero en el Centro Maguén David, reunió a más de mil personas que desearon compartir, con el espíritu comunitario que nos caracteriza, un festejo de Bat Mitzvá que salió de lo cotidiano.
Pero como toda tarea que valga la pena, no fue fácil, aunque sí muy satisfactoria.
El grupo de los padres y madres de las festejadas trabajaron incansablemente de la mano con el Atid en este proyecto del Colegio.
Basados en experiencias de años anteriores, y sabiendo lo difícil que es tener que complacer a una adolescente, los papás trabajaron con una unidad y compañerismo digno de ejemplo, logrando salvar las diferencias rápidamente.
“En años anteriores se hacían grupos excluyentes,” comentaron Loren Massri y Raquel Haber, mamás de alumnas de 5º grado. “Este año pensamos que hacer una sola fiesta era una muy buena solución, porque todas las niñas iban a hablar del mismo tema, todas iban a tener la misma tardeada, la misma fiesta, el mismo vestuario y decoración.”
Pero lo más importante fue, sin duda, el haber alcanzado la sustancia y trascendencia espiritual que este evento tiene en la vida de una pequeña. Trabajaron en valores y en el rol de la mujer judía.
Por si fuera poco, la unión que se logró al final entre todas las festejadas, perdurará por siempre.
“Se creó un sentido de pertenencia y compañerismo que no se habría logrado de otra forma,” aseguraron las mamás. “Las niñas están muy contentas de pertenecer al Atid, de ser amigas, y de que su celebración haya podido ser en el marco del Colegio, donde además recibieron su preparación previa.”
De nueva cuenta el Atid sienta un precedente al organizar y lograr un evento de esta magnitud, y otras escuelas se han puesto en contacto ya con el Colegio y con las familias responsables, para repetir la fórmula.
“Ojalá que todas las escuelas lo hagan como lo hicimos en el Atid,” reflexionaron las mamás. “Es algo muy positivo para las niñas y para los padres de familia, porque nos da integración y trabajo en equipo, y nos enseña el valor de la paciencia, la tolerancia y la unión comunitaria, lo cual constituye la verdadera esencia de toda celebración de este tipo.”
¡Muchas felicidades a todas las alumnas de 5º grado y a sus familias!
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