Agosto del 2011
Querido socio;
Nuestra Kehilá se moderniza.
Estamos implementando entre otros, un ambicioso proyecto de migrar nuestra información administrativa a un sistema más ágil y moderno que nos brindará las herramientas necesarias para otorgarle a usted un mejor servicio.
Aprovechando el acercamiento que naturalmente tendremos previo a las fiestas mayores, le solicitamos nos haga el favor de brindarnos su apoyo en el proceso de la actualización de sus datos.
Dicho proceso consiste en:
Al final de la presente encontrará el link del formato de actualización de datos, mismo que les solicitamos llenar con toda la información solicitada y hacernos personalmente su entrega, acompañado de una fotografía a color tamafio infantil o pasaporte de cada uno de los miembros de su familia, a mas tardar el día 8 de septiembre del presente.
Con la entrega de dicha información y habiendo regularizado su membresía, les serán entregados sus pases para las Fiestas Mayores 5772/2011.
Estaremos con gusto atendiéndoles a partir del 18 de julio, de lunes a jueves de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 hrs. en nuestras sedes:
• Comunidad Asquenazí de México A. C.
Monte Blanco n°: 1225, Col. Lomas de Chapultepec.
• Centre Comunitario Nidjei Israel.
Acapulco n’: 70, Col. Condesa.
• Centro Comunitario Ramat Shalom.
Fuente del Pescador n°: 35, Col. Tecamachalco.
Atentamente: Comité de Socios.
Perlas de la Parasha
EKEV
Rabino Sergio Slomianski
La Mitzva de la lectura del Shemá que debe de hacerse dos veces al día incluye tres preceptos fundamentales: Creer en la unidad de D-os y su poder sobre el Universo; amor a D-os como una condición necesaria para el cumplimiento de su voluntad y estudiar Torá. El precepto de fijar Mezuzá en las puertas de las casas es para recordar la unidad de D-os y la vinculación con El, al salir y al entrar a la casa. La recompensa de la larga vida para la persona y sus hijos, es expresada enseguida después de su enunciado, tal como sucede con la Mitzva de honrar a los padres. Nuestros sabios dicen que cuando una persona fija una Mezuzá a la entrada de su casa D-os protege ese hogar. Esa protección no es una recompensa por haber cumplido el precepto, sino es parte integral de la Mitzva y resultado de la misma. La parte más importante de la Mezuzá no es la del estuche exterior que puede tener cualquier forma sino el pergamino que está en su interior sobre el cual se escriben a mano, por un escriba especializado, los párrafos de “Shemá Israel” y “Vehayá”. El pergamino debe derivar de la piel de un animal kasher y no se debe hacer correcciones ni tachaduras en él.
Existen 4.649 leyes que deben seguirse para la escritura de cada Mezuzá, contiene 22 líneas y 713 letras que deben estar bien conformadas para que la misma sea considerada Kasher. Su escritura demora de dos a cinco horas dependiendo del escriba. Cada letra posee las especificaciones de cómo debe ser escrita y una de las partes mas difíciles, es la de escribir con finas líneas las coronas que llevan algunas letras.
El equivalente hebreo de la palabra “Mezuzá” es de 65 que es el valor numérico de uno de los nombres de D-os, cuyo significado es la de “Señor del Universo”, al cumplir la Mitzvá lo reconocemos como tal. Las letras que forman la palabra Mezuzot, arregladas en forma diferente, forman las palabras “zuz mavet”, que significa “la muerte se fue”. La Mezuzá aleja la muerte, la tristeza y la depresión. En el reverso del pergamino aparece el nombre divino “Shaday”, que también es acróstico de las palabras en hebreo: “Shomer Delatot Yisrael”, que significa: “Guardián de las puertas de Israel”. Las Mezuzot deben ser revisadas por lo menos dos veces en un periodo de siete años. Se acostumbra hacerlo en el mes de Elul (agosto – septiembre), para mostrarle a D-os la diligencia que tenemos en el cumplimiento de sus preceptos antes de las festividades solemnes.
El Comité religioso destaca esta semana
En época del rey Yosafat, rey de Yehudá, que salió a pelear junto con Ajav contra los de Aram. El rey de Aram ordenó a sus hombres matar a Ajav, rey de las diez tribus. Los dos ejércitos entraron en combate. Los capitanes de Ben Hadad examinaron las tropas judías para descubrir al rey de Israel. Súbitamente divisaron a un hombre en vestimentas reales sobre un carruaje imponente. Clamaron “ese es el rey”.
Era Yosafat rey de Yehudá, a quien vieron. En un instante estuvo rodeado de tropas enemigas. Con espadas apuntando hacia el cuello de Yosafat de todas direcciones, el rey clamó a Hashem, no desesperó confiando con todo su corazón en que Hashem podía aún salvarlo. A último momento, los soldados arameos se dieron cuenta de que habían cometido un error. Este no era el rey de Israel, se trataba de un rey diferente. En una guerra los soldados matan a cualquier persona que pertenece al lado contrario. Pero Hashem protegió a Yosafat. De aquí aprendemos que aunque tengamos una mala situación y aunque tengamos una espada encima de nuestro cuello, nuestro creador nos puede proteger y salvar.
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