Si bien, siempre se extraña en el mes de diciembre tomar un chocolatito caliente con Sufganiot; no es únicamente el sentido que Janucá nos trae cada año para calentarnos con su luz del frío; sino el sentimiento de unidad en la comunidad. Y así fue la primera noche de la Fiesta de las Luces en que la Comunidad Israelita de Guadalajara brilló con mucha alegría, mucha unidad y un sentimiento comunitario de representar la vida judía en la Perla de Occidente.
Niñas, niños, jóvenes y adultos se dieron cita en esa primera noche de Janucá para participar del festejo alrededor de una hermosa Menorah (que podrán apreciar en las fotos y en el vídeo), disfrutando del momento platicando, jugando, bromeando y sobre todo, acompañando al Rabino Abraham Srugo en la realización de las bendiciones y encendido del candelabro.
El Rabino Srugo, de Jabad Guadalajara, dirigió un excelente mensaje a la comunidad, mencionando que dentro de las cuestiones importantes del por qué encendemos luz es para recordar que siempre la forma en que luchamos, la forma en que lucha el pueblo de Israel es principalmente con luz; porque un poquito de luz disipa mucho la oscuridad y así, vamos aumentando. Una persona tiene que ir aumentando su luz, este es el trabajo de un individuo, aumentar la luz en este mundo. Asimismo, en este mensaje, el Rabino Srugo resaltó que la razón por la cual en todas partes del mundo se enciende el candelabro, inclusive en calles y lugares centrales alrededor del mundo, es porque tenemos que meter la luz en todos los lugares que podamos, la luz de la Torah, la luz del ejemplo del Pueblo de Israel, del buen comportamiento y de ayudar a los demás, hacia todas las naciones.
Esta alegría seguirá siendo parte de la Comunidad Israelita de Guadalajara durante cada uno de estos ocho días festejo. Y nada más nos queda decirle que también usted, estimado lector, tenga muy feliz Janucá, con mucha luz y compartiendo esa luz con los demás.
¡Janucá Sameaj!
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