En el último fin de semana de octubre, gracias al programa de capacitación continua a los profesores de nuestro Colegio, las profesora Vicky Joloy, Mónica Lisker, Ilana Marek y Rebeca Rochman tuvimos la oportunidad de asistir a las conferencias ofrecidas por la ASCD (Association for Supervision and Curriculum Development) en Washington D.C.
La ASCD es una comunidad formada por maestros, directores, coordinadores y líderes institucionales de todo el mundo, cuya misión principal es la de aprender a enseñar a los alumnos a alcanzar el éxito en sus estudios. Estas conferencias fueron impartidas por renombrados educadores como Robert Marzano, Heidi Hayes y Douglas Fisher, entre otros.
El objetivo principal de este coloquio fue el de de examinar a profundidad las nuevas perspectivas de enseñanza que existen hoy en día para enfocarnos en los aprendices del siglo XXI. Analizamos cuáles deben ser las habilidades con las que debe de contar nuestro personal y las que queremos que nuestros alumnos desarrollen a lo largo de su vida escolar en nuestro colegio. Como lo comenta Alvin Toffler: “el alumno y el profesor de este siglo deben ser capaces de aprender, desaprender y volver a aprender”.
Sobre lo trabajado en las conferencias podemos resaltar tres vertientes: didáctica estructurada, retroalimentación a profesores y uso de la tecnología como herramienta básica del siglo XXI.
La didáctica estructurada se basa en diversas técnicas para organizar de forma más efectiva el plan de estudios y su aplicación; así ayudamos a desarrollar habilidades de aprendizaje en nuestros alumnos asegurándonos que la instrucción se mueva desde el enfoque, la modelación y la práctica hasta alcanzar el aprendizaje colaborativo y significativo.
La retroalimentación a través de observaciones, trabajo colaborativo y micro enseñanza es una forma de lograr que nuestros maestros se vuelvan expertos en su forma de enseñar. Estas técnicas se deben implementar de manera continua para que el profesor se dé cuenta que una evaluación constante acompañada de la propia autoevaluación facilitarán el alcance de las metas educativas propuestas durante el transcurso del ciclo escolar.
Por otra parte, cada maestro tiene la obligación de conocer y aplicar los avances tecnológicos, ya que es una de las herramientas más potentes que existen hoy en día en el ámbito educativo. El profesor debe aprender a adaptar y adoptar con más frecuencia los nuevos recursos que ya existen, muchos de ellos inclusive de forma gratuita.
Como maestros debemos estar consientes del valioso aprendizaje que se da fuera del salón de clases gracias a la tecnología y que éste es el mundo de nuestros estudiantes, el cual debemos de aprovechar para logar una comunicación más rápida y certera.
En este mundo del siglo XXI, la educación no se puede quedar atrás en el desarrollo y profundización de técnicas para lograr aprendices cuyo mundo es diferente en muchos aspectos al que nosotros vivimos.
El CIM, siempre al pendiente del enriquecimiento curricular de sus profesores, abre la oportunidad de encontrar la ruta más efectiva para lograr que nuestros alumnos localicen el camino del aprendizaje significativo y trascendente, ya que el profesor es el que va a lograr el cambio en ellos.
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