DIOS, ¿SIGUES AHÍ?, es una obra escrita, dirigida y protagonizada por ella, y que trata del tema de cáncer infantil. La historia versa en la relación amistosa que se da entre un niño llamado “Alfredito”, quien es paciente terminal de cáncer y se encuentra internado en un hospital, y una afanadora interpretada por doña Susana Alexander.
Alfredito como paciente terminal comienza a cuestionarse qué hay más allá de la muerte. Si podemos ver a nuestros seres queridos, si existe un Dios (sea éste Jesús, Jehová, Mahoma, o según el nombre que cada religión le da a su propio Dios), si nuestra alma re-encarna o qué pasa con nosotros y con la muerte.
Contra lo que pudiera pensarse es una obra muy esperanzadora y divertida, pues Doña Susana no quiso caer en el melodrama obvio, y en la conmiseración del público, por lo que el texto es más bien un llamado a aprovechar cada segundo de la vida y a valorar lo que la misma te ofrece.
Y para evitar la dureza de ver a un niño actuando de moribundo, el personaje de Alfredito es interpretado por una gran marioneta, manejada por la también actriz Pilar Flores del Valle.
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