Discurso de la Mtra. Alexandra Haas en la ceremonia realizada de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto

Por:
- - Visto 601 veces

Muy buenos días a todas y todos. El día de hoy conmemoramos, como cada enero, a todas las víctimas del Holocausto, que hace ya más de 70 años enfrentaron la expresión más extrema de la discriminación. La violencia que sistemáticamente se ejerció sobre la comunidad judía, así como sobre las comunidades gitanas, las y los Testigos de Jehová, las personas comunistas y las personas de la diversidad sexual, entre otras, han mostrado los efectos más fatales de los prejuicios.

Actualmente, podemos afirmar que esa tragedia fue un parteaguas para el curso de la humanidad. Después de que terminara la persecución que cobró millones de vidas, concebimos los inicios de un sistema internacional que promueve el acceso a derechos. Documentos como la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos han sentado las bases de los principios democráticos modernos. El principio de igualdad y no discriminación, por supuesto, ocupa un lugar privilegiado en las normas hoy vigentes, pues como parte del jus cogens, es uno de los componentes sobre los que descansa el andamiaje jurídico internacional entero.


Sin embargo, la realidad cotidiana nos muestra que los discursos y las políticas excluyentes todavía tienen vigencia. En México y alrededor del mundo, los derechos humanos siguen siendo inaccesibles para diversos grupos históricamente marginados. En ocasiones, a estos últimos se les señala como la causa de algún problema común. Lo que ello nos muestra es la urgencia de generar un contra-discurso: de afirmar y reiterar, en todos los ámbitos posibles, que la inclusión nutre y beneficia a la sociedad.

Fomentar la igualdad es indispensable para el verdadero desarrollo. Cuando consideremos a aquellos grupos que conformamos a la mayoría de la población—como las mujeres, las personas con discapacidad, la diversidad religiosa, las y los migrantes, los pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes, y la diversidad sexual y de género—; cuando aprovechemos las aportaciones, el talento y el potencial de cada una de estas poblaciones; cuando nos deshagamos de los prejuicios y reconozcamos nuestra humanidad común; sólo entonces podremos dar paso a una sociedad con menor desigualdad, encono y resentimiento, y con mayor crecimiento, riqueza y acceso a oportunidades para todas y todos.

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, como institución rectora en materia del combate a la discriminación, abraza con entusiasmo su papel en la misión de construir un país más igualitario. Desde la fundación del Conapred, que en meses próximos cumplirá 15 años, hemos recibido el impulso decidido de numerosas aliadas y aliados, entre quienes destaca la Comunidad Judía de México. La experiencia de los y las judías mexicanas ha sido crucial para entender el fenómeno discriminatorio y las maneras de enfrentarlo desde sus primeras manifestaciones, cuando se expresa en prejuicios y discursos. Nuestra fuerte relación con esta Comunidad ha permitido hacer visible que numerosas formas de discriminación, incluido el antisemitismo, persisten y deben ser eliminadas de raíz.

En sintonía con el compromiso de la ONU, en Conapred coincidimos en que educar sobre las consecuencias de la exclusión es fundamental para una sociedad armónica. Es indispensable transformar la manera en que se concibe la diversidad, de manera que cualquier cambio legislativo o político venga acompañado de una transformación cultural. Theodor Adorno lo decía ya en 1966: “cualquier discusión sobre los ideales de la educación es trivial e inconsecuente en comparación con este único ideal: Auschwitz nunca más”.[1] Así pues, trabajemos por resaltar el valor de todas las personas y culturas, para que ningún horror remotamente similar al Holocausto se repita nunca más.

Quiero agradecer a quienes contribuyeron a la organización de este evento por invitar al Conapred a ser parte de él. En particular, en el Consejo reconocemos la labor de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de la Comunidad Judía de México para conmemorar esta fecha tan significativa. Saben que en nuestra institución encontrarán siempre aliados por la igualdad.

Muchas gracias.

[1] Theodor Adorno (1966) “Education After Auschwitz”, Conferencia pronunciada en abril y publicada en 1967.

 

Acerca de Central de Noticias Diario Judío

Noticias, Reportajes, Cobertura de Eventos por nuestro staff editorial, así como artículos recibidos por la redacción para ser republicados en este medio.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: