El pasado 29 de septiembre de 2024 se llevó a cabo la inauguración de un nuevo midrash en el Colegio Atid.
“Todo en la vida tiene un tiempo y un momento. D-os dispone cuándo. Hace diez años hablamos de tener un midrash pero no se concretó nada. Hoy estamos aquí: hoy es el momento”. Así lo afirmó el Sr. Isidoro Attie, miembro de la familia donadora de este increíble proyecto.
La tarde del domingo reunió a rabinos, líderes comunitarios, directivos, estudiantes y padres de familia que se dieron cita en el colegio para conocer un increíble nuevo espacio dedicado a los jóvenes del colegio, con el propósito de propiciar que su estudio no sea sólo académico, sino también profundo y significativo, enfocado en su crecimiento espiritual.
El evento tuvo lugar justo antes de nuestras fiestas mayores de Rosh Hashana y Yom Kippur y dio comienzo en una recepción donde de la mano del Sofer Stam, los invitados pudieron escribir sus iniciales en el Sefer Torá que minutos más tarde sería colocado en el hejal del nuevo Bet hakneset.
Con música, alegría y mucha emoción, los invitados subieron hasta el tercer piso del edificio principal del colegio, donde después de develar la placa conmemorativa, se hizo la colocación de la mezuzá y el tradicional corte de listón.
En la ceremonia inaugural, colmada de emotivas palabras por parte del Rab. Meir Mizrahi, Rab. Yaakob Nakash, así como representantes del Patronato y la Fundación Atid, más de 100 asistentes pudieron conocer por primera vez el nuevo espacio, en un ambiente de dicha y celebración.
El evento también contó con la presencia de los arquitectos que estuvieron a cargo del proyecto, quienes compartieron algunos de los simbolismos de este importante proyecto. “A los arquitectos, al igual que a los judíos, nos encantan los significados. Este midrash está lleno de ellos; empezando con una flecha escondida en el techo de este lugar, que apunta hacia Jerusalén, así como las estrellas de David en las celosías, la llama eterna del Ner tamid, o las siete columnas de su estructura, que representan los brazos de la menorá”. Así lo explicó el Arq. Saúl Masri, quien junto con el Arq. Enrique Levy ha llevado a cabo este y otros proyectos de remodelación en el colegio desde hace más de ocho años.
Con este evento se materializa el sueño de muchas personas, gracias a la labor de la Fundación Atid y de importantes donadores sin los que el proyecto no habría sido posible. En este sentido, el colegio agradeció infinitamente a la familia Attie. Por su parte, el Sr. Isidoro Attie comentó: “No solo es un regalo para el colegio y los estudiantes, sino también una forma de honrar la vida y los valores que nuestros padres nos han inculcado con tanto amor y dedicación. Estoy seguro de que con la inauguración de este espacio dedicado específicamente para las tefilot de nuestros jóvenes, el colegio ha alcanzado su propósito más elevado. No será solamente un centro académico de excelencia, sino también un refugio de espiritualidad, ética y valores, dando sentido y propósito a todos nuestros alumnos”.
Desde hace tiempo, el minián Atid se ha ido fortaleciendo, recibiendo cada vez a más alumnos, que dedican su tiempo y labor a la organización del rezo. Hoy, decenas de jóvenes se reúnen para comenzar sus días conectando con su judaísmo, por lo que contar con este nuevo espacio es de gran impacto para ellos. Al respecto, Suri Massri, alumno encargado del minián dijo: “Nos da mucha alegría y al mismo tiempo satisfacción saber que tenemos este lugar más grande en donde podremos continuar con nuestras tefilot, seguir rezando todos los días y conectar con D-os”.
Así el Colegio Atid celebra un paso más en el camino, con un espacio sagrado donde nuestros alumnos puedan acercarse a Hashem y agradecer cada día, celebrando sus tradiciones. Gracias a los donadores, se podrá seguir construyendo un legado que honra los valores y la historia.
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