Hace un tiempo tuve la oportunidad de conocer al señor Elías Reifer quien llegó a Costa Rica a mediados de 1930, cuando apenas era un niño, proveniente de su natal Polonia, hijo de Herman Reifer y la señora Rosa de Reifer, quienes lo educaron en los valores judíos forjando al hombre que hoy es un ejemplo para toda la comunidad judía de Costa Rica.
Don Elías siempre empieza sus conversaciones resaltando el valor de la familia y la importancia de su padre y madre en su vida. Así que es un gusto escucharlo expresándose con tanto amor y respeto por sus progenitores. No solo de su padre como guía religioso de la comunidad, en una época donde era realmente difícil contar con los servicios de un rabino y que por tanto él tuvo que asumir con toda dedicación, sino además de su madre, digna esposa de un hombre piadoso y la cual atendía y recibía en su casa a rabinos y religiosos que estuvieran de paso por nuestro país los cuales necesitaban alimentarse de comida Kósher.
En sus años de juventud don Elías trabajó en las fincas cafetaleras que tenía su padre en Costa Rica, mientras laboraba de día y estudiaba por las noches siendo un claro ejemplo para su familia de esfuerzo y dedicación integrando lo auténtico costarricense con la religiosidad judía. Ya que la actividad cafetalera ha sido por muchos años el motor económico que mueve a nuestro país.
Gran parte de su vida don Elías la dedicó a trabajar en el Comité Escolar del Instituto Weizman y en la Junta Directiva del Centro Israelita Sionista de Costa Rica y se siente muy orgulloso de ser uno de los fundadores de Corona de Oro, grupo con el que sigue trabajando hasta el día de hoy.
Siempre se refiere a la educación, como entrega y trabajo hacia la comunidad y al Estado de Israel, recalcando la importancia de ayudar a todos sus compatriotas cuando sea necesario para contribuir a constituir una comunidad más feliz y tranquila. Estando presente en los momentos más importantes de su conformación, ayudando a construir las instalaciones del Centro Israelita desde sus inicios y hasta ahora en la expansión del mismo, al igual que el Instituto Weizman y el Deportivo Israelita.
Así que hoy honramos a quien honor merece, ya que ha sido galardonado con el Premio Golda Meir 2015 que otorga la Comunidad a las personas con grandes méritos, en un emotivo acto al cumplir 86 años de edad lo cual como ha dicho lo ha sorprendido expresando que nunca ha considerado necesario recibir tal reconocimiento. Pero agradece con toda humildad, lo que habla muy bien de él como ejemplo a seguir en Costa Rica, sin olvidarnos siempre de entregarnos al trabajo duro y a las necesidades del pueblo judío.
Todos mis respetos al señor Elías Reifer quien es todo un Tzadik-hombre justo y como expresó el Rabino señor Itzjak Prober, un completo caballero.
Muchos éxitos en su vida. (Especial para DiarioJudio.com)
San José de Costa Rica
23 08 2015
Artículos Relacionados: