La pintora Frida Sredni Neumann, nació en la ciudad de México. Su padre reconoció su talento hacia la pintura a una temprana edad y apoyando sus aptitudes artísticas, le dio clases privadas con el famoso artista de origen americano Arthur Kronengold, el cual residía en México.
Fue introducida a diferentes áreas de la pintura las cuales exploró intensamente. Más adelante decidió trabajar en óleos, lo cual le dio una amplia posibilidad de estudiar a fondo diferentes temas al respecto. Frida está muy influenciada por su origen judío y el medio ambiente religioso que la rodea desde su niñez y de la intensidad de la luz y del colorido de México.
En 1964, se casó con Jacobo Sredni en la ciudad de México y se fueron a vivir a Madison, Wisconsin. Frida siguió pintando, estudiando y explorando. Ahí estudio en la Universidad de Wisconsin. En 1970, volvieron a cambiar su hogar al oeste de California, y se establecieron en la Bahía de San Francisco. Este nuevo cambio influyó muchísimo en la pintura de Frida, ya que la gran belleza y los alegres y brillantes colores que la rodeaban dejaron para siempre un sello muy especial en sus pinturas, que reflejan con su colorido, un sentimiento bello mezclado con luz de esperanza y tranquilidad.
En1974, los Sredni volvieron a mudarse, esta vez a unas millas del sur de California, Palo Alto. En esta oportunidad Frida se convirtió en un miembro activo de la asociación de Arte de Palo Alto y tomó clases con Richard Bowman.
Frida ha formado parte con sus pinturas en exhibiciones patrocinadas por diferentes eventos comunales. En 1977 junto con Lorraine Machuta, expusieron con gran éxito una exhibición en el “Showcase Gallery at the Palo Art Reauge”. En 1980, ganó el primer lugar en la exhibición de pintura abstracta en la principal galería de Palo Alto.
Desde que hizo Aliyah con su familia a Israel en 1990, Frida estuvo ocupada perfeccionando su arte bajo la dirección de Gabi y Chanita Ben-Jano en el “Studio” en Raanana. Ahí también exhibió en los años 1994 y 1998.
Ella ha sido muy influenciada por la belleza e historia de Israel, por lo tanto sus pinturas y sus collages reflejan esos temas, que representan una gran importancia en su vida. Hace unos años empezó a trabajar en una serie de pinturas llamadas “Creación” su principal tema es “Shamayim” (cielo): “Estoy consiente de su belleza, sus cambios y su infinito, que aunque abstractos son reales- me dice Frida- y actualmente me he movido a temas más concretos: “El Aretz” (la tierra) con toda su majestuosidad, las montañas, las cascadas, los ríos y por supuesto el cielo”. “Ahí hay armonía y paz. Es una parte de una exploración de la relación entre lo físico y lo espiritual”.
El cielo, las montañas y el agua parecerían muy opuestas, pero cuando están juntos mutuamente se balancean. “El cielo” (Shamayim) contiene la palabra (mayim) “agua” que nos da armonía y al mismo tiempo hay una sensación constante de cambio y una continua búsqueda de conexión entre el mundo espiritual de nuestro creador y la naturaleza; somos compañeros en la continuación de la creación”.
Para dar por terminada mí entrevista con Frida, le pregunté que pensaba de las grandes y famosas galerías del mundo, y ella me contestó:
-Por supuesto que exhiben colecciones muy valiosas, pero desgraciadamente a los marcos los adornan muy lujosamente, quitándole así valor al interior, a la expresión y mensaje del pintor, eso, dice Frida, es como la vida misma, le damos mucha importancia al exterior, en vez de concentrarnos más en el interior, donde se encuentra la verdadera belleza.
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