El que Rodolfo Stavenhagen sea un sociólogo comprometido con los valores sociales, con los derechos humanos y el de los indígenas, así como colaborador en diversas organizaciones civiles y gubernamentales, se lo debe en gran parte a sus experiencias de infancia y a la historia de una familia perseguida, que llegó a México en el siglo pasado huyendo de la Alemania nazi, que aprendió a adaptarse a una cultura diferente y a construir una identidad propia.
“Todo eso sin duda influyó tempranamente en las decisiones que tomé en momentos claves de la vida”, expresó el investigador de El Colegio de México, durante su participación en el Congreso Internacional “100 años de vida institucional judía en México. Mosaico de experiencias y reflexiones”, que ayer culminó en el Museo Nacional de Antropología.
En la mesa titulada “Experiencias judías al margen de la institucionalización”, Stavenhagen, Sara Sefchovich, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, y Raanan Rein, vicerrector de la Universidad de Tel Aviv, relataron sus experiencias como judíos fuera de las instituciones judías que este año celebran un siglo de existencia en México.
Mientras Stavenhagen se consideró un ser humano capaz de ir a Alemania a buscar en nombre de sus antepasados muertos en el holocausto, en el Muro de la Memoria en Frankfurt, así como de acompañar a sus esposa a levantar el altar de muertos en su casa, Sefchovich defendió su identidad como judía, a pesar de ser considerada “al margen de la vida institucional judía”.
“No me considero al margen porque ¿qué es estar al margen?, ¿no participar en las instituciones comunitarias? Porque una cosa es estar fuera y otra estar pero no activamente”, sostuvo Sara Sefchovich.
Sara Sefchovich señaló que el tema de ser judío “no pasa por la determinación de lo que significa la herencia materna, la decisión de un rabino o una comunidad, el cumplimiento de reglas o por aquello a que uno se dedica en la vida”, sino que ser judío pasa por la percepción: “se es judío porque se quiere o se siente o se desea hacerlo, o se es judío porque los otros consideran que lo eres”, añadió.
Por su parte, Raanan Rein señaló que el estudio de los judíos en México y en América Latina no debe limitarse sólo al estudio de los que pertenecen a una institución, ya que en países como los de Latinoamérica la mayoría de los judíos nunca se han afiliado a las comunidades institucionales.
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