José Yves Limantour, El espíritu científico de un régimen

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Judíos destacados en México

[…] sacaban a relucir la ciencia a cada momento. El gobierno debía ser científico, los presupuestos eran científicos, todo era científico en sus labios y así el público, a fuerza de oírles repetir siempre el mismo estribillo, dio en llamarles Científicos, y ellos por su parte se dieron el nombre de tales con visible orgullo.

José López Portillo y Rojas (1850-1923)

En la etapa de mayor proyección internacional del gobierno porfirista, entre 1893 y 1910, estuvo a cargo del ministerio de Hacienda uno de los grandes artífices del régimen, José Yves Limantour Marquet, cuya interesante fotografía resguarda el acervo del Centro de Estudios de Historia de México carso, antes condumex.


Tras la ejecución de Maximiliano de Habsburgo –el 19 de junio de 1867– y las gestiones del presidente Benito Juárez, la política mexicana se abrió paso hacia un nuevo periodo de estabilidad que se consolidó bajo la directriz de don Porfirio Díaz (1830-1915).

Las luchas ideológicas entre liberales y conservadores dejaron como secuela un atraso económico que fue nivelado con la llegada de capitales y tecnología extranjeros, y con las estrategias para optimizar las redes de importación y exportación que insertaron al país en el gran mercado del mundo. A la saga de una modernización fundamentada en la paz y el progreso material, el país se perfilaba como una de las naciones más desarrolladas de América Latina. Sin embargo, el anquilosamiento agrario fue la otra cara de la moneda del ímpetu porfirista. La economía se cimentaba en la industria, mientras que la tierra y sus trabajadores estaban sujetos a formas productivas de corte semifeudal.

  • De orígen franco-judío, según lo destacan las historiadoras Corinne Azen Krause y Ariela Katz de Gugenheim en su libro Los judíos en México. Una história con énfasis especial en el periodo de 1857 a 1930. México: Universidad Iberoamericana, 1987. 290 pp, sus padres fueron Joseph Limantour, originario de la Bretaña francesa –dedicado a la venta de armas y a la especulación de tierras en México–, y doña Adela Marquet, nacida en Burdeos.
  • Perteneció a una familia acomodada, situación que le permitió realizar sus estudios en el extranjero.
  • Obtuvo el título de Licenciado en Derecho por la Escuela Nacional de Jurisprudencia de México.
  • Luego de ocupar distintos cargos en el gobierno de don Porfirio Díaz, en 1893 fue designado Ministro de Hacienda y Crédito Público.
  • Llevó a cabo sustanciales reformas económicas, entre las que se cuentan la supresión de impuestos aduanales internos (alcabalas), el impulso en las vías de comunicación (ferrocarriles y puertos marítimos), la reforma monetaria y la consolidación del sistema bancario nacional a través de la Ley General de Instituciones de Crédito, expedida en marzo de 1897.
  • El movimiento revolucionario de 1910 lo llevó a tratar de negociar la paz en el país con Francisco I. Madero. Esta maniobra le granjeó profundas críticas de sus adversarios al considerarla una forma de traición al gobierno de Díaz.
  • Renunció a su cargo en mayo de 1911 y vivió exiliado en París hasta su muerte.

El investigador Fernando Rosenzweig apunta: La resistencia e incapacidad de la agricultura porfirista a adaptarse a las circunstancias que creaba el ascenso del capitalismo en el país condujo, entre otras cosas, a un recrudecimiento del sistema de peonaje, para mantener el dominio sobre los trabajadores rurales y evitar, en lo posible, el aumento de salarios como perjudicial para el precario equilibrio de costos en las haciendas.

El creador de la nueva visión del Estado fue José Yves Limantour quien, en palabras de Daniel Cosío Villegas, encabezaría al grupo de los primeros tecnócratas de la historia mexicana. Rosendo Pineda, Justo Sierra, Joaquín Casasús y Francisco Bulnes, entre otros, apostaron por el análisis objetivo y científico del hecho histórico. Con enorme influencia del Positivismo, doctrina iniciada por el filósofo y sociólogo francés Auguste Comte, los Científicos mexicanos, […] equipados con las luces del saber y del progreso racional, se establecieron como puente entre la dictadura porfiriana y el ingreso de capital extranjero y negociacionesde la Banca, señala el historiador Luis González y González.

La cercanía de Limantour con Díaz, amén del proyecto común a lo largo de casi dieciocho años de trabajo metódico y objetivo para el engrandecimiento de la nación, vino a intensificarse en el final del régimen, cuando los primeros pasos de la Revolución hicieron tambalear al octogenario dictador. Su gestión, a lo largo de tres décadas, […] había apostado por el desarrollo político y por una economía progresista, en palabras de la historiadora María Cristina Meza.

LA PLATINOTIPIA

La impresión con platino fue patentada en Inglaterra por William Willis en 1873. Desde su descubrimiento, ha sido considerado el más fino y hermoso de los procesos fotográficos. La platinotipia conserva la textura y superficie del papel empleado, debido a que éste no requiere de emulsión con gelatina. En virtud de que el paladio y el platino son químicamente inertes, la imagen impresa es la más permanente de todas.

La imagen del ministro fue captada, señala el artista Javier Hinojosa, con la técnica de la platinotipia, la cual acentúa la nitidez y el detalle en el flamante caballero. Ataviado según la moda francesa de la época, apoya el rostro en la mano izquierda y mira al espectador con garbo. La fotografía ilustró el libro José Yves Limantour. El caudillo mexicano de las finanzas (1854-1935), del investigador y diplomático Alfonso de María y Campos Castelló, quien ofrece una lectura sugerente sobre la vida y obra de este personaje de la historia nacional.

Limantour dejó en sus Memorias, escritas en tiempos del exilio, un registro –meticuloso y científico– de los alcances que tuvo nuestro país bajo la óptica y visión de un gran caudillo:

El general Díaz fue, sin duda, el creador del México moderno. Después de sesenta años de agitación que precedieron a su administración, él llevó al país a un estado de progreso que no superaba ninguno de los países de América Latina […] Bajo su guía, se creó orden a partir del caos, la prosperidad se desarrolló conscientemente en todas las clases y se formó un nuevo país. La grandeza del general Díaz [se reveló] como estadista, como soberano de hombres y como patriota […] El general Díaz fue un trabajador infatigable que dedicó la totalidad de su tiempo, de su sobresaliente habilidad y de su gran fuerza a crear el bienestar de su pueblo y al desarrollo de su país. Ningún asceta se ha preocupado menos por sus propios intereses, placeres o comodidades.

La fortaleza de un régimen se apoya en el talento de quienes lo integran. La longevidad del Porfiriato dependió de la coyuntura de visiones, intereses, procesos políticos y socioeconómicos que apuntalaron el dictador y su gabinete. Sin embargo, en los albores del siglo xx se cernía sobre la nación el espíritu revolucionario por la búsqueda de la justicia social y de las instituciones democráticas. En la mirada de José Yves Limantour parecería advertirse un presentimiento.

* Héctor Palhares Meza, Departamento de Curaduría e Investigación del Centro de Estudios de Historia de México CARSO del Museo Soumaya.
http://www.soumaya.com.mx/navegar/anteriores/anteriores07/agosto/JoseYves.html

1 comentario en «José Yves Limantour, El espíritu científico de un régimen»
  1. Daniel
    a veces se vuelan la barda,,,, en las cosas triviales se ven los defectos
    si el padre se llamaba Joseph y el Jose Ives,,,ni ashkenazi ni sefaradi
    y el apellido de la madre,Marquet es un apellido netamente catalan,
    judios en Cataluña ??,Burdeos,muy pocos y sobre todo sefarditas, expulsados de España,
    ,,me da en que pensar
    entonces solo me queda Judio,,,,porque le gustaba el dinero y el poder??
    eso describe a 1000 millones de seres sobre la tierra
     

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