Conoce Las botas de Zicia que salvaron su vida. Conmovedora Historia Bela Podoswa y Becky Rubinstein

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Las botas de Zicia, nace de un proyecto de Shorashim, en español Raíces, que convoca a los estudiantes de las escuelas judías a rescatar la memoria de sus familias, conformadas por migrantes askenazis del centro de Europa, hablantes del idish, la lengua de sus ancestros-, o por migrantes venidos de Siria, de Jalab y de Aleppo, de Líbano y otros países de oriente medio–.

Obviamente, los migrantes se abocaron a adaptarse en la nueva tierra. Nada que no se sepa: a aprender el castellano, las costumbres del nuevo país, la idiosincrasia…Sus hijos amalgamaron lo nuevo con lo ancestral: nada se evaporó, nada desapareció, como dijo alguna vez un destacado científico.


Los resultados fueron inimaginables: la tierra lejana se amalgamó a la nueva, creando hijos de cultura mestiza, entregados a diseñar y forjar nuevas empresas con ímpetu de colonizadores; abrieron brecha y destacaron en arte, negocios y ciencia.

En diarios y periódicos destacan los nombres de descendientes de migrantes quienes desconocían la lengua de don Miguel de Cervantes, de la cual se apropiaron con elegancia, con empeño, con ganas de aportar al nuevo entorno lo más y lo mejor posible.

El día de hoy, 19 de junio de 2022 Las botas de Zicia –presentada con éxito en el Instituto Cultural México-Israel, con el apoyo de doña Jenny Serur y de “su mano derecha” Nina Sacal– se presenta para nuestra satisfacción, en nuestra casa, el CDI.

Nuestra mesa se encuentra conformada por una élite de la cultura judía en México, que abarca tanto a los venidos del oriente medio, como a los idish parlantes, embebidos en rescatar la memoria del pueblo judío, venga de donde venga… Orli Guzik, amiga admirada, ha sido maestra de Shorashim; hija de doña Jacky Rubinstein, una maestra con mayúsculas, transmisora de costumbres y tradiciones en escuelas judías en el Colegio Israelita de México (hoy CIM-ORT), así como en el Colegio Atid, en español FUTURO, palabra clave: habrá futuro siempre y cuando se recuerde el pasado y se proyecte en el presente en aras de un mejor futuro. La segunda ponente es Silvia (Chivis) Bialik, maestra de idish y creadora del Festival Internacional “Der idisher idol”, amalgama de música judía de aquende y de allende –de aquí y de allá– coautora de una jocosa e instructiva novela en idish para el aprendizaje de dicho idioma, que, por fortuna, ha tomado nuevos y buenos aires –valga el juego de palabras, por ejemplo en la UIA–.

Contamos en esta mesa festiva a la mtra. Adela Faena de la comunidad de oriente, directora de la secundaria del Colegio Israelita de México, (CIM-ORT), quien prepara a los estudiantes a adaptarse a la vida adoptando proyectos singulares para el hoy y para el mañana en política, economía en la sociedad judeo-mexicana.

Hoy día en dicha institución –como en otras escuelas judías, como la Tarbut y como El Colegio Israelita Yavne, en este último caso a cargo de la mtra. Tajfeld– se lleva a cabo el proyecto que llamo “estrella”: el de Shorashim, el de hurgar en la memoria, símil de la nueva tierra.

Y ahora tengo el gusto de hablar de Bela Schwaycer de Podoswa, sin exagerar, una historiadora nata, quien tuvo la inteligencia, digamos “práctica” de recopilar recuerdos, y data –datos para hacer historia– que conforman gracias a la imprenta, un libro digno de leerse.

Muy a tiempo entrevistó a su hermano Motl y a su hermana Matle, ambos fuente de datos imprescindibles no solo para la familia íntima, también para la familia extensa…

Hay quien huye de los recuerdos trágicos, como los de la Shoah, del Holocausto. Hay quien afirma estar harto de encontrarse en las librerías novelas, reportajes, poemarios y un gran etcétera, así como en la cinematografía, filmes que priorizan la infame época, una de las más cruentas y vergonzantes que opacaron y opacan al siglo XX…

Bela guardó en su memoria lo aparentemente desechable, y guardó, asimismo, boletos de transporte, fotografías, certificados de fechas memorables…

Lo que debe guardarse en el archivo llamado memoria. Para recordar…

En nuestra mesa dominical se encuentra el poeta, editor y crítico literario Sergio Faz –entusiasta y asertivo– en ausencia de Federico Corral Vallejo, editor de Tintanueva, a quien se agradece el cuidado de Las botas de Zicia, sobre el padre de Bela, personaje de vivencias y aventuras singulares, como de novela…

Agradezco en nombre mío y de los ponentes a la bibliotecaria Angie Ríos Mendoza, ocupada y preocupada por cada minucia de la presentación de este libro del que estoy cierta resultará inolvidable, que cuenta con el arte de Ivonne Podoswa, hija de Bela, heredera, sin duda alguna, del arte de su abuelo Zicia.

Y agradezco a la suerte, haber contribuido en la factura de este documento necesario, indispensable, como todos los textos del Holocausto.
Y ahora un paréntesis: paso a paso, a través de los años, me encargué, por llamarlo de algún modo, de “la hechura” de libros de supervivientes asentados en nuestro México, como Peter Katz, autor de Lej Leja, historia de una familia judía; de Isaac Kellerstein, autor de Cuando el sol se avergonzaba y de Salomón Pekarevich (Pekar), autor de Memorias, publicado en castellano y en inglés.

Asimismo, salieron a la luz las vivencias no creíbles de Dolly Bestandig, protagonista de Una niña en el país del Holocausto, sobreviviente de Bergen Belsen, obra publicada por Pearson…

En Si Polonia fuera un pastel (ed. Pupek, Argentina) se reconoció la valentía de Elena Gurwitz, quien salvó la vida en Varsovia haciéndose pasar por una polaca hecha y derecha…

En Enlace de Colombia nace El del auténtico mostacho, texto para jóvenes donde se maneja la problemática nazi y neo nazi, como respuesta a quienes, por desgracia, deifican hoy día a Hitler y a sus secuaces.

Los citados textos –incluyendo a Las botas de Zicia– hablan de un mundo que tristemente no existe más –como observaron en su tiempo los talentosos escritores I.I. Singer e I.B.

Singer- que desapareció y que demanda nuestra atención en México, un país nuevo y sorprendente: para algunos una cuna, para otros, un puerto…

1 comentario en «Conoce Las botas de Zicia que salvaron su vida. Conmovedora Historia Bela Podoswa y Becky Rubinstein»
  1. Muchas felicidades Bela por tu libro te deseo mucho éxito y me da mucho gusto que lo escribiste ya que es muy importante que estas generaciones y futuras se enteren de la vida he historia de nuestros paisanos.
    Te envío un fuerte abrazo.
    Aby Hemsani.

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