Hace un par de semanas, escribí un artículo acerca de Shalva. Para aquellos que no lo recuerdan o no han tenido oportunidad de conocer lo que hace esta maravillosa institución, voy a mencionar brevemente su función y sus orígenes.
Shalva es una asociación líder en Israel para ayudar a bebés, niños, adolescentes y adultos jóvenes con capacidades diferentes. Hay varios tipos de programas personalizados y grupales, los cuales son gratuitos en su totalidad.
Surge en 1990 gracias a la iniciativa de Malki y Kalman Samuels. El desafío de criar a Yossi, su hijo con necesidades especiales, dio como resultado el deseo de fundar Shalva y así poder ayudar a familias con problemas similares.
Pero en esta ocasión, a quienes quiero hacer un gran reconocimiento es a los Voluntarios de Shalva, los cuales hacen la diferencia para que en la asociación marchen las cosas como deben de ser. Varios de ellos, colaboran en los programas vespertinos, en los de fin de semana o en los campamentos de verano.
Es un hecho que se cuenta con un número muy nutrido de personal altamente preparado y experimentado, pero los voluntarios brindan un amor incondicional y constante. Para finales del año 2012, se contó con aproximadamente 250 muchachos, los cuales estaban compromentidos con asistir a Shalva por lo menos una vez a la semana.
Además de los voluntarios constantes, hay muchos otros que vienen a Shalva cuando el tiempo se los permite, los cuales fueron regulares en tiempos pasados.
Esta bella institución se ha convertido también, en el destino de algunas oficinas gubernamentales y algunas corporaciones, las cuales buscan un sitio para prestar servicio de voluntariado.
Básicamente, al término del año 2012, los voluntarios de Shalva venían de Bank Hapoalim, personal del equipo del Primer Ministro, la Corporación Derech Eretz Highways management (Highway 6), soldados de unidades de élite, escuelas, universidades y el Servicio Secreto.
Además de los voluntarios, varios muchachos hacen su solicitud para prestar en aquel recinto, su servicio nacional con duración de un año.
En términos económicos, el contar con un número de voluntarios tan nutrido, representa un gran ahorro a la institución. Es necesario volver a hacer incapié de que Shalva basa su existencia en donativos.
Con el presente artículo, quiero brindar homenaje y mostrar mi respeto a cada uno de los voluntarios de Salva y a todos ellos que por amor al prójimo, hacen de éste un mundo mejor.
Si tú quieres participar en esta maravillosa experiencia visita www.shalva.org
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