El pasado miércoles 30 de abril -en la noche de Museos- la Sinagoga Histórica de Justo Sierra festejó el Día del Niño de una manera muy especial. Fueron invitados todos los niños a que llevaran a sus papás a jugar Lotería en Yiddish; a partir de las 6 hasta las 9 pm, donde se le repartió chocolate con leche, pan dulce, y muchos premios… Los cuales, a los futuros ganadores se les dieron la oportunidad de poder escoger su premio.
Esta bella Lotería en Yiddish es creación de la Dra. y Fotógrafa Anette Pier, en la eterna memoria de Sarita Pier Z´L. y con el generoso apoyo el Ing. Israel Feldman y Familia y el Lic. Isaac Fridman y Familia.
Comenzando con unas pequeñas fallas técnicas; pero que a la vez fueran muy propicias para poder enriquecer el juego interactuando todos los presentes (me incluyo) ya que fui la encargada de mostrar las naipes a los jugadores; cuando la dulce voz de Mijal Medrez (hija de la Dra.) terminaba de anunciar al personaje de las naipes en Yiddishe, basado en el riquísimo refranero mexicano. Esta lotería en Yiddish fue todo un éxito, ya que todos los participantes tanto niños como los adultos entusiasmados por seguir jugando y aprendiendo palabras en yiddish, no se querían ir y pedían una vuelta más… Ya pasadas las 9.30 de la noche, se dio por terminado el juego, prometiendo volver a repetir la Lotería en Yiddish en las próximas fechas.
Estrictamente a través de la historia; el yiddish es una lengua más antigua que el inglés. Se originó hace casi mil años en la región del Rhin (Alemania) y se considera una lengua de fusión, que incorpora principalmente, y de mayor a menor medida respectivamente, el idioma alemán, el hebreo, las lenguas eslavas, las lenguas romanas, e incluso algo del inglés. Los pobladores de Alemania, también conocidos como Ashkenazies, crearon este idioma, el cual es totalmente independiente del hebreo. Y si bien es cierto que utiliza para su escritura los mismos caracteres del hebreo, es un lenguaje por completo diferente, tanto en forma como en su espíritu.
Una de las muchas grandezas de este maravilloso idioma, y quizás lo que más marca el interés por él, es su amplísimo y prolífico vocabulario que nos habla del interior del ser humano. Los judíos, por sus terribles circunstancias de la vida externa, se convirtieron en psicólogos y en seres sensibles, interesados en el comportamiento humano. Esta situación hizo que el Yiddish se convirtiera en un idioma sumamente rico en nombres, sobrenombres y adjetivos calificativos, así como en la delineación de personajes. Es extraordinaria la precisión con la que el yiddish distingue a un personaje de otro, por ejemplo: (“un perdedor sin suerte” puede ser un shmendrik, un shlimazl), y cada uno de estos términos es diferente: El yiddish desarrolló todo un lenguaje con base en esa extraordinaria gama de observaciones sutiles sobre el comportamiento humano ancladas en el sentimiento, aunque salpicada por el humor.
El Yiddish ama el pensamiento rumiantico (reflexivo y repetitivamente iterativo), ya que descansa en el pasado; favorece la paradoja porque entiende que sólo ella puede excusar las injusticias de la vida; y ahora la ironía, ya que ésta es la única forma de retener la sanidad mental en un mundo repleto de adversidad. Los judíos Ashkenazies o de origen europeos, es decir, aquellos que provienen de las regiones donde se originó y se usaba el Yiddish, llegaron a México principalmente en los años veinte y treinta del siglo XX. Venían huyendo del despiadado antisemitismo que se vivía en Europa, y de las terribles condiciones de vida que imperaban en la posguerra. Con ellos trajeron todo un bagaje cultural y un deseo intenso de encontrar una nueva oportunidad. Para muchos México no sólo fue un país que abrió sus puertas, sino un paraíso terrenal, con mucho más de lo que se imaginaron. Con su clima benigno, su exuberante vegetación y hermoso paisaje; y principalmente una población cálida y acogedora, el judío adolorido y humillado, logró encontrar un verdadero respiro, y así floreció su amor por esta tierra de oportunidades y bonanza. Los nuevos inmigrantes tenían que aprender un nuevo lenguaje, una nueva cultura, comenzando de esta manera una nueva aventura.
La lotería tradicional se originó en Italia de la Edad Media y se difundió a España a principios del Renacimiento. Llega por primera vez a la nueva España (México) ha mediado de la Colonia. En un inicio solamente era conocida por miembros de la clase aristocrática colonial; quienes la jugaban en sus tertulias dominicales, pero con el paso del tiempo se convirtió en el juego más popular entre las clases bajas, jugándose ampliamente en fiestas de todo tipo.
Di Yiddishe Lotería es el producto de un ingenioso sincretismo cultural que incorpora de una manera artística, original y divertida a dos grandes culturas: la mexicana y la judía; mantiene la fidelidad estructural del juego tradicional de la lotería, incorporando 54 naipes con los personajes, los 10 tableros y el verso peculiar en copla para anunciar al personaje, basado en el riquísimo refranero mexicano. Los personajes han sido minuciosamente seleccionados por la Dra. Anette y son presentados en sus ambientes cotidianos. Las fotografías, en blanco y negro, fueron intervenidas con un proceso de artísticos coloridos y formateadas con un diseño uniforme propio del juego de lotería. Por motivos educativos se incluyó el Yiddish en su formato original, así como su fonética y la traducción al español.
La lotería es una fotografía intervenida a color por la Dra. Anette Pier, quien nos ofrece una hermosa exposición de recuerdos de toda su familia; de personajes conocidos como el Rabino Goldberg; el Che Guevara; Albert Einstein; de Frida Kahlo; de la mora en Yiddishe Maia Ajzen; de woody allen y otras tomadas de personajes de la vía pública y ambientes cotidianos.
Espera la galería de fotos del evento en breve…
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