1. Hacer la base de galletas. Triturar las galletas hasta hacer polvo y mezclarlas con la mantequilla, previamente derretida. Agregar las nueces o almendras picadas si se desea un poco de más sabor en la masa.
2. Amasar la mezcla y hacer una bola con la masa.
3. Forrar la base de un molde desmontable con esta masa de galletas. Aplastando un poco con los dedos, procurando que toda la superficie quede pareja de la misma altura. Dejar a un lado.
4. Para hacer el relleno de queso y leche condensada. Disolver los sobres de la grenetina en media taza de agua caliente y mezclar en la leche, revolver hasta que se disuelva por completo sin que se formen grumos.
5. Aparte; colocar el resto de los ingredientes en la licuadora y batirlos hasta integrar.
6. Colocar la mezcla en una olla a fuego medio hasta que hierva. Cuando rompa el hervor añadir la grenetina disuelta en la leche y batir nuevamente con la batidora eléctrica manual. Esperar a que hierva nuevamente y retirar del fuego.
Nota del chef: Recuerda que es importante batir constantemente.
7. Vaciar la mezcla de Philadelphia y leche condensada sobre la base de galletas que está lista en el molde desmontable.
8. Meter al refrigerador por lo menos unas tres horas hasta que el pastel cuaje y se termine de solidificar.
9. Pasado este tiempo sacar del refrigerador y adornar con fresas naturales lavadas y cortadas o bien con alguna fruta en preserva o se puede disfrutar sin fruta, solo decorar con algunas flores.
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