El 11 de Abril de 1649, Tomás Treviño de Sobremonte, fue quemado hasta la muerte en la estaca, en la Ciudad de México, víctima de la Inquisición. Su crimen fue respetar la Ley Muerta de Moisés y sus ritos y ceremonias. En otras palabras, mientras que ostensiblemente vivía como “Nuevo Cristiano” convertido al Catolicismo, Tomás continuó secretamente practicando la religión y observando los rituales y las costumbres del Judaísmo. El sacerdote que acompañó a Treviño hasta su muerte testificó que en sus últimas horas Treviño afirmó que “era un Judío y que había decidido vivir y morir bajo la Ley de Moisés”. Como no se retractó, se le negó la misericordia de una muerte rápida antes de que se encendiera el fuego, y en su lugar, Treviño sufrió una muerte lenta y agonizante en las llamas.
Treviño fue uno de los muchos “Conversos”, “Secretos” o “Cripto-Judíos” arrestados y enjuiciados por la Santa Inquisición en las Colonias Españolas y Portuguesas del Nuevo Mundo, que entonces incluía casi toda Latino América y Sudamérica. Mientras que la Inquisición funcionó por siglos en Europa, llegó al Nuevo Mundo a raíz de la llegada de los conquistadores a mediados del Siglo XVI y siguió operando hasta fines de 1700. Su propósito era detectar y deshacerse de la herejía. Esos fueron años de intensa convulsión y enfrentamientos civiles e internacionales en Europa Occidental, que surgieron de la Reforma Protestante y de la Contra Reforma de la Iglesia Católica Romana. Los monarcas europeos esperaban que sus súbditos se adhirieran lealmente a sus religiones patrocinadas por el Estado. Los principios modernos de separación de Iglesia y Estado y de Tolerancia Religiosa encontraron pocos seguidores. En 1490 España expulsó a todos los Judíos, Musulmanes y otros no-Católicos que no se quisieran convertir al catolicismo y oficialmente prohibieron la entrada a sus colonias en América a cualquiera que no pudiera probar su ascendencia de Católicos practicantes y leales. Sin embargo, a lo largo de los años, muchos Judíos Españoles como Tomás Treviño de Sobremonte, lograron evadir las restricciones y huir para empezar sus nuevas vidas en las Américas.
Treviño nació en España en 1592. Su madre Judía, aunque técnicamente era una “Nueva Católica” conversa, continuó secretamente observando y enseñando a sus hijos los ritos y ceremonias del Judaísmo. Treviño escapó a la Nueva España (México) en 1611, cuando la Inquisición empezó a buscar en su pueblo a judíos que practicaban en secreto. Escapó justo a tiempo. Poco tiempo después cayó bajo sospecha y en 1623 su madre y su hermano mayor fueron ejecutados después de un juicio de la Inquisición.
En Nueva España Treviño vivió en varias comunidades y llegó a ser un mercader exitoso. Primero entró en conflicto con la Inquisición Mexicana en 1624. En su juicio confesó actividades maliciosas, incluyendo relaciones ilícitas con un número de mujeres y admitió que su madre le enseñó rezos y rituales Judíos cuando era niño, pero juró que todo eso había quedado atrás. Logró convencer al tribunal de que como adulto no se había alejado de las enseñanzas de la Iglesia Católica, a la cual abrazaba voluntariamente y que deseaba continuar en México como un leal súbdito español.
Sin embargo las propiedades de Treviño fueron confiscadas, se le impuso una multa y se le obligó a cumplir con varias penitencias. Después de un encarcelamiento relativamente corto, el tribunal declaró rehabilitado a Treviño y lo liberó. Poco tiempo después, en 1629, Treviño se casó con la piadosa hija de una familia Judía que nunca se había convertido y que estaba viviendo en México esperando que la Inquisición fuera más laxa ahí. Por los próximos años, Treviño y su esposa vivieron en Guadalajara, tan observantes del judaísmo como era posible. Aunque Treviño y su esposa continuaron asistiendo a Misa y tomaron otras precauciones para evitar levantar sospechas, Treviño educó a sus hijos como judíos, circuncidó a su hijo, ayunó religiosamente, observó las leyes dietéticas y otros rituales y ceremonias. Por los próximos años, Treviño emergió como el líder reconocido del segmento más ortodoxo de la valiente comunidad Judía de México.
Nominado por: Estela Treviño
Respecto a este gran personaje otras fuentes de informacion algunas disponibles en el internet son:
Margarita Moreira: amores, amistades, y los grupos de cripto-judios portugueses en Mexico, siglo XVII por Robert J. Ferry.
Burned at the Stake, American Jewish Historical Society.
Tomas Treviño de Sobremonte, Jewish Virtual Library
Burned Alive at the stake by Dr. Yitzchok Levine, Department of Mathemathical Sciences, Stevens Institute of Technology Hoboken NJ. ( Yated Ne’eman) July 13, 2007
Trans-Atlantic Crypto-Judaism and Literary Homage: Tomas Treviño de Sobremonte and the Women in his Life by Matthew Warshawsky, The Journal for the Study of Sephardic & Mizrahi Jewry.
The Religion of Tomas Treviño de Sobremonte by Martin A. Cohen (article published on “A Bicentenial Festschrift for Jacob Rader Marcus”, edited by Bertram Wallace Korn by the American Jewish Historical Society)
Tomas Treviño de Sobremonte: A Jewish Mexican Martyr by Seymour B. Liebman published by Indiana University Press, Jewish Social Studies, Vol. 42 No 1 ( Winter, 1980 pp 63-74)
Review 6-No Title, H P Salomon, American Jewish Historical Quarterly (1961-1978); Sep1972-Jun 1973; 62, 1-4; AJHS Journal pg. 190
Some Misconceptions About the Crypto-Jews in Colonial Mexico by Martin A. Cohen, American Jewish Historical Quarterly (1961-1978); Sep1972-Jun 1973; 62, 1-4; AJHS Journal pg. 277
Saludos, Raul Montemayor-Aldrete, Monterrey, N.L. y McAllen, Texas