Qué alegría y qué tristeza, que alegría por el evento de Yom Yerushalaim que se llevó a cabo en Ramat Shalom, festejar una tradición tan importante les aseguro que no podía ser mejor; la alegría, las palabras, la entrega del Rabino Shai, igual que el Jazan Itzik nos regaló en sus cantos acompañado por música, en verdad había momentos en que nos sentíamos transportados al mismo Jerusalem, si a esto le agregamos que entregó la familia Neiman un ZEFER TORA lindísimo, les aseguro amigos que después de bailar y cantar y acompañar la entrada de esta Tora, se completó la alegría, ¡una noche inolvidable!
Y qué tristeza porque muchos de ustedes queridos amigos no pudieron compartir estos momentos tan fantásticos, en verdad todo esto es parte de nuestra esencia, créanme que oír al Rabino Shai es algo muy singular y que siempre se saca alguna enseñanza que finalmente aporta para nuestra vida diaria y ver la entrega en su canto de Itzik es una experiencia incomparable y además que rica la cena israelí que se sirvió en Ramat.
Ojalá que este desinteresado mensaje los anime a participar los viernes para Kabalat Shabat, el sábado a cualquiera de los dos Minianim y a todas las fiestas que conmemoramos en la Comunidad, que irónico, ¡sin costo alguno!
Reciban un abrazo con cariño.
Bebush Waiss.
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