La más reciente obra de la cineasta estadounidense Kelly Reichardt, llega a la 58 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional
La cinta sobre el tema ambientalista tuvo su estreno en el Festival Internacional de Cine de Venecia en su edición 2013, como parte de su selección oficial
Se trata historia de suspenso y una meditación sobre las consecuencias del extremismo político
“Juventud, Divino Tesoro”
O al menos ese es un cómodo sentir de la población adulta.
Es mucho más sencillo abandonar o brindar libertad de criterio, que esforzarse en la conformación de una mente propositiva, derivada de la exposición de diversas alternativas de acción.
Una chica crecida en la abundancia material, y dos jóvenes rebeldes. Todos los tres confundidos, desorientados y con una potencial bomba interna.
Tremenda combinación que, seguramente, debería provocar focos rojos.
Mentes capaces. Aunque ¿capaces de qué y a qué costo?
Con intenciones de mejora potencial, se avocan a una tarea… sin medir consecuencias.
Viven el momento, en busca de un mejor mañana
Ellos son “Radicales”.
¿Hasta dónde se puede llegar por un ideal, o hasta qué punto este ideal se corrompe si el medio para llevarlo a cabo transgrede la ética individual o el derecho de otros? El eco-terrorismo exhibe su otra cara en una película que enfrenta a sus protagonistas a los sentimientos de paranoia y a las consecuencias morales de sus ideales.
Mostrada como una historia de suspenso y una meditación sobre las consecuencias del extremismo político, Radicales (Night Moves, 2013), de la directora y guionista Kelly Reichardt, se incluye dentro de la 58 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.
Con los actores Peter Sarsgaard, Jesse Eisenberg y Dakota Fanning en los papeles protagónicos, este quinto largometraje de la cineasta estadounidense gira en torno a la historia de tres ambientalistas radicales: un ex marino estadounidense, una joven de dinero y un activista ecológico. Los tres comparten ideales políticos y deciden hacer algo contra el daño al medioambiente de la actual cultura industrial y del despilfarre. Han asumido el desafío de hacer explotar una represa hidroeléctrica como acto simbólico de su repudio.
La realizadora coescribió el guión con su regular colaborador Jon Raymond. Ambos retoman la temática ecologista y el debate sobre la avaricia de las corporaciones, aunque desde un ángulo distinto (el del ciudadano activista, donde las corporaciones son un ente invisible pero poderoso). Este guión se centra en describir las diferentes acciones y obstáculos de los tres personajes para llevar a cabo su plan y plantea los dilemas éticos del radicalismo político, una vez que se desatan las consecuencias trágicas de sus actos terroristas.
Artículos Relacionados: