A una década de la muerte del fiscal Alberto Nisman, la comunidad judía y diversas figuras públicas se reunirán el lunes 20 de enero en la sede de la AMIA, ubicada en Pasteur 633, para rendir homenaje a su memoria. El acto está programado para las 18 horas y contará con la participación de destacados oradores.
Entre los convocados se encontrarán la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, exesposa del fiscal y madre de sus hijas, quien ha sido una voz activa en la búsqueda de justicia y esclarecimiento del caso, el Ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Waldo Wolff, quien ha manifestado su compromiso con la causa, el periodista Joaquín Morales Solá, cuya trayectoria ha estado marcada por el análisis crítico de los acontecimientos políticos y judiciales del país. Además, Amos Linetzky, presidente de la AMIA, también tomará la palabra para reflexionar sobre el legado del fiscal y su impacto en la lucha contra el antisemitismo y el terrorismo.
Alberto Nisman, quien estuvo a cargo de la investigación del atentado a la AMIA ocurrido en 1994, fue hallado muerto en su departamento el 18 de enero de 2015, en circunstancias que aún generan controversia y debate. Su denuncia contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, presentada pocos días antes de su fallecimiento, marcó un punto de inflexión en la historia política y judicial de Argentina. Desde entonces, su figura se ha convertido en símbolo de una causa que trasciende fronteras y desafía los límites del tiempo.
El acto en la AMIA no solo busca honrar su memoria, sino también renovar el pedido de justicia y esclarecer los hechos que rodearon su muerte. La institución ha convocado a la sociedad a acompañar este homenaje como un gesto de solidaridad y compromiso con los valores democráticos.
Se espera una importante concurrencia, reflejo del impacto que el caso Nisman ha tenido en la conciencia colectiva del país y en el ámbito internacional. Este homenaje será una oportunidad para reflexionar sobre el estado de las investigaciones y la necesidad de garantizar un sistema judicial independiente y transparente.
La memoria de Alberto Nisman permanece viva, no solo en su familia y amigos, sino también en todos aquellos que abogan por la verdad y la justicia. Diez años después, su legado sigue siendo un llamado a no olvidar.
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