En una sesión especial de la Academia Venezolana de la Lengua, efectuada el pasado 14 de mayo, se presentó el proyecto No alcanzan las palabras, que consiste en una serie de poesías trasformadas en piezas de videoarte, creación de la periodista y poeta Raquel Markus-Finckler.
El encuentro tuvo lugar en la Sala de Sesiones del Palacio de las Academias, en el casco histórico de Caracas, con presencia de Horacio Biord Castillo y Rosalina García Jiménez, presidente y secretaria general de la Academia Venezolana de la Lengua; Edgar Vidaurre y Farah Cisneros, presidente y directora de Relaciones Institucionales del Círculo de Escritores de Venezuela; Néstor Garrido, miembro de la directiva del Colegio Nacional de Periodistas y de la directiva de Espacio Anna Frank; Rodolfo Izaguirre, destacado intelectual, escritor y crítico venezolano; Jesús Peñalver, abogado, poeta y columnista de importantes medios nacionales e internacionales; integrantes de la Junta Directiva de la Universidad Nacional Abierta, así como directivos de varias instituciones de nuestra comunidad especialmente invitados para el evento.
Tras la apertura de la sesión y el saludo protocolar a la audiencia por parte del doctor Horacio Biord Castillo, tomó la palabra el poeta, artista plástico y promotor cultural Orlando Campos Rodríguez, quien presentó una semblanza de Raquel Markus-Finckler, con una descripción de su obra poética y sus impresiones personales sobre el proyecto multimedia que motivó esta sesión inédita de la Academia:
“Los videoartes de No alcanzan las palabras son el resultado de una búsqueda de un lenguaje artístico y literario nuevos, en el cual establece Raquel Markus sus propias coordenadas poéticas-artísticas-audiovisuales, para expresarse a través de la originalidad, inacabables sincretismos estéticos. Un camino artístico-poético-audiovisual de conocimiento y de experiencia siempre en devenir, siempre en el hacer artístico y literario.
“(…) La poesía de Raquel Markus-Finckler se caracteriza por ser una manifestación de los sentimientos, emociones, vivencias y reflexiones de su vida. Expresa el ser humano en torno a la belleza, al amor, a la vida o a la muerte, al sentirse pueblo escogido lleno de gloria y de pesares.
“(…) Los videoartes de Raquel son un bálsamo sanador, un consuelo para historias tristes, donde ella tiene una cita con un mundo de ensueño, donde conversa con su yo interior y donde llega a un acuerdo con ella misma para encontrar las fuerzas, para cantar, danzar, y desbordar la alegría de vivir.
“(…) Los videoartes amplían las dimensiones de su poesía. Con la incorporación de la tecnología comunicacional y nuevos mecanismos y formas de relacionarse con el lenguaje poético, dan como resultado un mayor impacto en el espectador, pues supera con creces solo lo escrito o lo leído”.
Tocó entonces el turno a la autora del proyecto, quien describió su devenir en el campo de la poesía, el cual abarca los poemarios Escribir para existir, Donde reside la belleza y Las horas negras. A continuación, comentó el proceso que la llevó a desarrollar este estilo único de poesía expresada por medio del videoarte:
“Estaba haciendo equilibrio entre la vida que empezaba a encausar por el mundo de las letras, y la vida que había decidido abrazar como esposa de un hombre maravilloso y como madre de dos hijos maravillosos, quienes hoy me acompañan: Michel, Samantha y Joel —a quienes quiero agradecer especialmente su presencia en este evento, así como en todos mis días y noches—, cuando a todos los miembros del pueblo judío nos tomó por sorpresa, definitivamente una muy desdichada sorpresa, aquel fatídico 7 de octubre de 2023.
“Comencé a escribir poemas que me atravesaban el alma, y que al parecer también atravesaban el alma de quienes me leían… Yo solo quería sacar de mí tanta rabia, tanta impotencia, tanta frustración. Para ello acudí nuevamente al salvavidas del lenguaje lírico; y al parecer, lo que escribía hacía resonancia en otros, les permitía dar forma a aquello que les atenazaba el corazón pero no sabían cómo expresar, cómo explicar y manifestar. Y al hacer catarsis para mí, de alguna manera también realizaba una catarsis colectiva.
“Un poema condujo a otro, como una flor a otra flor, como una espina a otra espina, y de pronto de una rosa salió un rosario. Es decir, sin darme cuenta ya tenía escrito, con sangre y agua salada, mi cuarto poemario, No alcanzan las palabras.
“Hoy estoy aquí presentándome ante ustedes por una mezcla de destino, azar y mérito que he decidido llamar magia, y que estará presente en los videos que ahora les mostraremos, divididos en pequeños bloques: mi identidad judía, mi poesía mágica, mi poesía femenina y un regalo para todos, mi forma única y particular de recordarles que todos somos polvo de estrellas con almas de pájaros… nada más, nada menos”.
De seguidas se procedió a proyectar los seis videoartes, titulados “Buscando perlas en los desiertos”, “La violinista sobre el tejado”, “Me dicen poeta”, “Despierta tu magia”, “Después de ti”, “En un templo de papel” y “Somos polvo de estrellas”, que deleitó y causó profunda impresión entre los presentes.
El cordial evento finalizó con un brindis.
Redacción Nuevo Mundo Israelita
Fotos: Ari Corcia y Nuevo Mundo Israelita.
RECUADRO
El minucioso proceso técnico
Las piezas de videoarte preparadas por Raquel Markus como parte del proyecto No alcanzan las palabras siguieron un complejo procedimiento de producción:
- Las respectivas letras son poemas escritos por la autora, a los que se dio la forma adecuada para este tipo de piezas musicales.
- A cada letra se le aplicó música y voz, por medio de un programa de inteligencia artificial llamado Suno.
- Una vez obtenido el audio con sus voces, música y arreglos únicos —pues cada canción se adapta específicamente a cada letra—, se descargó la pista musical.
- Seguidamente se realizó una búsqueda de imágenes (algunas estáticas y otras en formato de video) en la red social Pinterest, adaptando su formato y longitud a los tamaños y resoluciones estándar de las redes sociales.
- Entonces comenzó el laborioso proceso—que en ocasiones duró varios días— de editar cada video, a través del programa de edición CapCut. En este programa se colocó cada pista de sonido obtenida de Suno, montando sobre ella, de manera armónica y acompasada, las imágenes adecuadas para lograr el efecto buscado.
- Una vez finalizada la edición, cada video se descargó en un formato y calidad apropiados para publicarlo digitalmente.

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