El miedo es uno de esas emociones que genera sólo por escucharla un sinfín de reacciones desagradables -depende de cada quién- al escucharla pronunciarse.
¿Cómo nos ayuda? Más allá de estar ante una situación real de peligro (un asalto, un secuestro, una muerte, una crisis, etc.) El miedo es un gran elemento cuando sirve para su cometido que es: ponernos en estado de alerta ó para salvaguardar nuestra integridad y sobrevivencia.
¿Cómo nos perjudica? la diferencia del miedo que nos produce el solo pensar en las situaciones cotidianas que son problemáticas son las que nos detonan un miedo constante. Ese miedo es el que nos puede atrapar y no soltarnos. A este miedo es al que me quiero referir.
Ése que nos hace vivir constantemente bajo la zozobra de cómo va a resultar el día. Entonces dejamos que el miedo se salga de la zona en la que debe estar, vivimos angustiados y con una terrible ansiedad.
¿Qué podemos hacer? si logramos hacer una introspección de porque nos produce tanto miedo cierta situación o elemento, podremos trabajar con él y podremos entender y reconocer nuestro miedo.
¿En qué parte del cuerpo lo sentimos? esto depende de cada quién, en las manos, la sudoración, el palpitar acelerado del corazón, la ansiedad, los dolores psicosomáticos, son muchas veces cosas que no queremos o podemos enfrentar porque nos hemos inmerso y le hemos dado todo el poder al miedo para dominar nuestro cuerpo y desafortunadamente en muchos casos, nuestro espíritu y esto hace que nos paralice o impida a arrojarnos a nuevas cosas, proyectos, experiencias.
En muchas ocasiones no sabemos porque algo no asusta o nos paraliza, (puede depender de un evento anterior y la mayoría tiene que ver con situaciones más profundas ó que se relacionan con algún miedo más antiguo. En base a esto al miedo lo terminamos formando como parte de nuestra personalidad). Pero aún así siempre hay algo que podemos hacer.
Sentir miedo es completamente normal por lo que no debemos sentir vergüenza. Hasta los hombres más valientes han sentido miedo.
¿Cómo lo enfrentamos? vale la pena conocer y adentrarnos a nosotros mismos para poder enfrentar cara a cara al miedo. Y podremos ver que es algo de lo que podemos aprender gracias a nuestra voluntad férrea en el sentido de:
Cada vez que se presente, hay que contrarrestarlo para que no nos limite física ni mentalmente. Esto es un ejercicio que deberemos hacer cada que se presente la situación del miedo, de tal forma que requiere disciplina para irlo debilitando.
Recordar que debemos estar en el presente porque cualquier otro pensamiento agobiante solo atraerá más miedo.
Tratar de silenciar nuestra mente, para que en ese silencio, sintamos calma y sosiego.
Respirar con suavidad y serenidad.
Repetir con pensamientos fuertes, positivos que nutran y construyan nuestra personalidad y así ésta se fortalezca.
Y para los que somos creyentes tener fe y confianza absoluta en D´s es el mejor aliciente de estar acompañados.
Es posible que al ir venciendo el miedo podamos terminar por reírnos de él y sorprendentemente será nuestro mejor aliado. Porque al superarlo, sacaremos ventaja y daremos un escalón más para crecer en aprendizaje y en crecimiento personal.
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