9 de marzo de 1992: Fallece Menajem Beguin, precursor del Likud y ex primer ministro de Israel

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Menajem Beguin nació el 16 de agosto de 1913 en Brest-Litovsk, tercer y último hijo de Zeev Dov y Hassia Beguin, judíos tradicionalistas pero no estrictamente ortodoxos. Traducido del hebreo, su nombre significa “el que consuela” y falleció el 9 de marzo de 1992.

Brest-Litovsk estaba en el centro de una región de la frontera occidental del imperio ruso, pues constituía uno de los lugares en que los gobernantes rusos permitían residir legalmente a los judíos. Brest-Litovsk que era una ciudad rusa fue tomada por Alemania durante la Primera Guerra Mundial y fue incorporada a Polonia en 1921. Posteriormente paso a manos de la Unión Soviética, que tomo la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial. Los judíos vivían en la pobreza y con la amenaza constante de persecución y de masacres periódicas conocidas como Pogroms.

Dada la historia del pueblo judío, resulta significativa la fecha de nacimiento de Menajem Beguin. Según el calendario hebreo Beguin nació un 9 de Av, el día en que los judíos recuerdan las muchas calamidades que les sucedieron en el curso de los tiempos.


Creció en un hogar pobre, pero coloreado por los vínculos familiares y la observancia a la ley judía. La influencia mas importante durante toda su juventud fue su padre. Estudioso de la Biblia, enamorado de los idiomas (hablaba alemán, hebreo, idish, ruso y polaco), además de sionista el padre de Beguin creyó en la demanda de Teodoro Hertzl de una patria judía en Palestina. Menajem y Zeev concurrían a la sinagoga todos los viernes por la noche y el hijo seguiría siendo profundamente devoto de todos los mandamientos de su religión.

Zeev se ganaba la vida en el comercio de la madera, pero era mucho mas conocido como activo miembro de muchos grupos judíos de Brest-Litovsk y como vocero de la comunidad judía de esa ciudad.

Menajem Beguin ingreso a la escuela elemental Mizrahi, una escuela ortodoxa de Brest-Litovsk a los siete años. Cuando dio su primer discurso público a la edad de 12 años, fue obvió su talento para la oratoria. Hablo en una ceremonia que festejaba Lag Baomer, dirigiéndose a cientos de judíos desde encima de una mesa.

A la edad de 13 años tuvo su Bar Mitzvah y luego entro al Gymnasium (escuela secundaria) polaco.

Cuando se dispuso un examen importante de latín para un sábado, el día de descanso judío, Beguin dijo a su profesor que la ley le prohibía escribir ese día, por lo que sus compañeros se rieron de él y el profesor le puso una nota mala. Unos años después Beguin dijo: “Pude haber cedido y rendido el examen, pero todos se rieron y no quise que pensaran que me doblegaba ante su risa”.

Aunque no era alto ni robusto, siempre rehusó someterse a los ataques antisemitas y so posición agresiva hizo de el un líder. Mas tarde contó que el y sus amigos –al igual que todos los que formaban las brigadas de defensa en todos los shtetalaj de Europa- solían defenderse cuando los atacaban y nunca cedían ni se escapaban. Así, aunque en ocasiones volvían al hogar “ensangrentados y golpeados”, nunca se sentían humillados.

A los 15 años de edad ingreso al Movimiento Juvenil Betar, que lo puso en el camino que seguiría por el resto de su vida.

Luego de escuchar un discurso de Zeev Jabotinsky en el año 1930 Menajem Beguin se abocó toda su vida al ideal Revisionista (movimientoque exige un Israel que incluya todos los territorios que hoy conforman Israel, Palestina y Jordania.)

Cuando el joven Menajem dejo Brest-Litovsk y se fue a la capital polaca Varsovia comenzar sus estudios de derecho, se presento sin demora en las oficinas del Betar en Polonia. Rápidamente se convirtió en uno de los principales voceros y activistas del Betar, y posteriormente viajó a Checoslovaquia para continuar su trabajo. En abril de 1933 Jabotibsky nombro a Beguin Natziv del Betar en Polonia.

En la primavera de ese mismo año Beguin fue al hogar de un pariente de un prestigioso líder del Partido Revisionista Zvi Arnold, donde conoció a sus hijas mellizas próximas a cumplir 20 años, Leah y Aliza.

Las dos jóvenes militaban activamente en el Betar. Beguin recordó el momento en que vio por primera vez a las hermanas: “mire a una de ellas y me dije: esa será mi esposa, aunque yo era mucho mayor. ¡Era un hombre mayor a los 26 años!”.

La joven que había atraído su mirada era Aliza. Se casaron un mes mas tarde en una sinagoga. Jabotinsky llego en tren desde Paris para presenciar la boda. La pareja no tuvo luna de miel, Beguin se marcho al día siguiente de la boda a Varsovia donde organizaban el transporte de inmigrantes judíos a Palestina.

En 1940 a consecuencia de la invasión Nazi a Polonia debe huir de Varsovia con Aliza y vivir en Vilna, con la familia de su esposa, trabajando en empleos temporarios bajo constante vigilancia de los rusos, y es detenido el 20 de septiembre y condenado a 8 años de trabajos forzados en Siberia.

El acuerdo firmado en 1941 entre la resistencia polaca y la URSS, ante la invasión Hitleriana a la Unión Soviética en el mes de junio, permitió que los polacos detenidos en Siberia fueran liberados para ingresar al ejército Polaco; Beguin fue uno de los liberados.

En mayo de 1942, luego de abandonar Polonia llega a Palestina y se pone a las órdenes de David Raziel Comandante del Irgun Tzvai Leumi “Etzel” (Organización paramilitar considerada en su momento como un grupo terrorista por los ingleses)

Beguin y Jabotinsky

Uno de los primeros actos de Beguin al llegar a su nueva oficina de Primer Ministro fue colocar junto al cuadro de Teodoro Hertzl, el de Zeev Jabotinsky. El nombre y figura de Jabotinsky fueron evocados continuamente por Beguin con un profundo sentimiento de veneración. Hablaba de el como “El maestro y guía”, “El comandante supremo del Irgun”, “El maestro de su generación”.

Jabotinsky colocó los fundamentos ideológicos del Movimiento Juvenil Betar; del Partido Revisionista; del Irgun Tzvai Leumi; del Jerut y posteriormente del Likud, la fuerza política mayoritaria en el Estado de Israel.

Uno de los momentos decisivos de la vida de Beguin fue producido por un hecho ocurrido el 5 de agosto de 1940 en un campo de Betar en Hunter, cerca de Nueva York, esa noche había fallecido Zeev Jabotinsky. La muerte de Jabotinsky fue trágica para el Movimiento Sionista y en especial para el Revisionista, no había dejado ningún sucesor, y el Movimiento Revisionista sufrió un gran debilitamiento luego de su muerte. Ocho años más tarde, solo Menajem Beguin sobrevivió como heredero de la tradición Revisionista y de su futuro.

En el centésimo aniversario del nacimiento de Jabotinsky, Beguin declaro: “después de su fallecimiento, continuamos transitando el sendero que usted abrió para nosotros, e hicimos un esfuerzo supremo para aplicar sus enseñanzas”.

Menajem Beguin se consideraba sucesor de Zeev Jabotinsky y en su opinión, el Movimiento del Irgun y de Jerut eran instrumentos para la aplicación de los ideales de Jabotinsky.

Una de las coincidencias ideológicas entre Beguin y Jabotinsky era que los dos admiraban a Garibaldi debido a que ambos compartían la opinión de que todo pensamiento y acción debe ser dejado de lado en pro del “interés supremo de la tierra natal y la nación”

“Rebelión en Tierra Santa” el libro escrito por Beguin es dedicado a Zeev Jabotinsky el padre de la rebelión hebrea.

Jabotinsky y Beguin pertenecían a dos generaciones diferentes, pero Beguin tomo a Jabotinsky como padre ideológico ya que admiraba su discurso, su manera de actuar y de pensar.

Quizás la diferencia entre estos dos radica en que Jabotinsky fue criado casi sin ningún vínculo con el judaísmo y Menajem Beguin todo lo contrario.

Comandante del Irgún

En Palestina, Beguin trabajó como intérprete del ejército polaco en Jerusalén y además respondía a las órdenes de Yacov Medidor, Comandante del Irgún Tzvai Leumi, (también conocido como Etzel o simplemente como Irgún), y en otoño de 1942 fue nombrado como Natziv Betar. Sirvió como Natziv hasta mediados de ese año y durante todo ese tiempo mantuvo sus contactos con el comando del Irgún. Renunció a ese puesto cuando se dio cuenta que no podía actuar como Natziv al mismo tiempo que servia en el ejercito polaco.

David Niv escribe, en la historia del Irgún, que el nombramiento de Beguin como comandante del Irgún comenzó con la llegada a Palestina de Aryej Ben-Eliezer, a mediados de octubre de 1943, en una misión del Comité Hebreo de Liberación Nacional. Ben-Eliezer mantuvo largar conversaciones con los miembros del Irgún y llego a un total acuerdo de que Beguin debería ser nombrado comandante. El primero de diciembre de 1943, el comando del Irgún es transferido de Medidor a Beguin

Un momento importante en la vida de Beguin fue el de “La Rebelión” declara en junio de 1944 que marco el comienzo de una nueva era en la historia del Revisionismo. El concepto que tenia Beguin de la rebelión no estaba necesariamente relacionado con las circunstancias políticas de la década de 1940. La sublevación militar es inevitable si se tienen en cuenta el enfoque histórico e ideológico de Beguin, porque una nación libre no puede ser súbdita de un gobierno extranjero.

El 22 de junio de 1946 se produce el espectacular atentado causado por el Irgún al mando de Menajem Beguin al cuartel general de la administración mandataria británica en Jerusalén, la voladura del ala sur del Hotel King David; la que fue anunciada con la debida antelación para evitar muertes inútiles. Los ingleses hicieron caso omiso de la advertencia y sufrieron las consecuencias.

Este hecho es considerado fundamental para que el gobierno Británico resolviera retirarse de Palestina, dejando a decisión de las Naciones Unidas el futuro del territorio.

En julio de 1947, Beguin se entrevista con miembros de la comisión de las Naciones Unidas que estaban analizando la posibilidad de dividir territorio del Mandato en dos estados, uno judío y otro árabe. Beguin se opuso a la partición reivindicando el derecho el derecho del pueblo judío a todo Eretz Israel entendido bajo los términos de “shnei tzadot ayarden” (ambos lados del Jordan)

A mediados de abril de 1948 las tropas del Irgún comandadas personalmente por Beguin se lanzaron a la conquista de Yaffo, desde donde los árabes atacaban a la población civil en Tel-Aviv. En el discurso que pronuncia Beguin con motivo de la Declaración de la Independencia del Estado de Israel anuncia a la población que las fuerzas del Irgún lucharían bajo el mando del naciente ejercito Israelí, excepto en Jerusalén, por estar la ciudad vieja en manos enemigas del Estado.

El primero de junio Beguin firma el acuerdo mediante el cual los hombres del Irgún ingresan en el Ejercito Israelí. Concluida su clandestinidad, Beguin comienza a escrutar el Movimiento Sionista Revisionista para la nueva realidad que le tocaba vivir, constituyendo en el mes de agosto el Partido Jerut en el cual concentra a los ex militantes del Irgún, evitando la desintegración y destrucción de tan importante agrupación militar pre estatal convirtiéndolo en un movimiento político.

Operación King David

El ala sur del “Hotel King David” de Jerusalén, fue ocupado para albergar las instituciones centrales del régimen británico. El cuartel general del ejército y el gobierno civil. Se construyeron nidos de ametralladoras en numerosos puntos. Soldados, policías y detectives, mostraban una estrecha y constante vigilancia en el edificio que albergaba a los supremos gobernantes ingleses en Eretz Israel.

El Etzel sometió su plan al mando de Tnuat Hameri, el cual no acepó, pero tampoco lo descartó, solo dijeron que no era el momento. El 29 de junio de 1946, los ingleses ocuparon las oficinas de la agencia judía. Esta fue la razón que incentivo al mando de Tnuat Hameri a aceptar el plan, ya que en la agencia judía había documentos importantísimos y secretos que revelaban nombres de los miembros de la Haganá. Tuvieron que revisar el plan y fijar los detalles.

Entrarían explosivos en botellas de leche que llevarían un cartel Minas No Tocar”. Luego para alejar a los transeúntes del edificio, lanzarían un pequeño petardo inofensivo y ruidoso y darían el aviso telefónico en tres oficinas elegidas previamente.

Esta operación fue llamada MalonChik ya que fue la clave que utilizaron, su traducción es Malón: Hotel, Chik: Diminuto.

La operación se realizó el 22 de julio de 1946, un hombre entro en el hotel disfrazado con una túnica de empleado del hotel, coloco los explosivos en el sótano mientras un grupo cubría, al salir del hotel, Guideón el último en salir gritó “lárguense, el hotel está a punto de volar por los aires”. Esto fue a las 12.00 hrs.

A las 12.10 hrs. Guideón llegó donde esperaba la telefonista, esta llamó al “Hotel King David” y les dijo que habían sido colocados explosivos en el sótano del Hotel y que no tardarían en estallar, “Evacuen todo el edificio” gritó al operario que recibió el llamado. Después telefoneó a la oficina de Jerusalén Post para avisar de lo ocurrido y que se había avisado que abandonen el edificio. La tercera y última advertencia se hizo al Consulado Francés, aconsejando abrir las ventanas para prevenir los efectos de la explosión. Los funcionarios confirmaron después que habían recibido el aviso. Abrieron las ventanas de par en par y el edificio del consulado no sufrió daños.

Transcurre un minuto tras otro, y cada minuto parece una eternidad. Las doce y treinta, las doce y treinta y dos, se acerca el “minuto cero” ¿Accionarían los “tarros de leche”? Son las 12.37 hrs., casi media hora después de haber regulado el mecanismo disparador del “reloj” dentro de los tarros.

De repente se estremeció Jerusalén entera. No, no se había cometido ningún error. Los “tarros” habían hecho explosión de acuerdo al plan fijado, las fuerzas de estallido superaron todas las presunciones. Los “tarros” tomaron todos los pisos, desde el subsuelo hasta el techo, en total como siete. Resultaron muertos o heridos más de 200 hombres, entre ellos no solo británicos sino también extranjeros y judíos.

Eshnab, órgano oficioso de la Haganá publicó la declaración de un testigo que estaba en el hotel en el momento de la explosión, este dijo:

“Cuando oí el ruido producido por la explosión de advertencia, pensé que era mejor salir del hotel. Otros trataron de hacerlo, pero los soldados cerraron las salidas, dispararon en dirección a los que pretendía salir. Mas tarde me entere de que un oficial, al recibir el aviso de evacuación del hotel, había exclamado: “no estamos aquí para recibir ordenes de los judíos. Somos nosotros quienes damos las órdenes”.

“Altalena” Un barco con armas

El 11 de junio de 1948 el buque “Altalena” (este era el seudónimo literario de Zeev Jabotinsky) partió de un puerto francés con 900 miembros entrenados del Etzel. En sus bodegas transportaba 5000 rifles y 450 ametralladoras empaquetadas y aceitadas, como también vehículos blindados de transporte de tropas, miles de bombas y 4 millones de balas, armamento suficiente para equipar a diez batallones.

Debido al atraso en la fecha de partida, el arribo del barco iba a coincidir con el primer periodo de tregua entre los judíos y los árabes y esto indujo al Comando Supremo del Etzel a consultar al gobierno de Israel y pedirle su opinión y consentimiento. Después de recibir un detallado informe en cuanto al barco y su carga fue dado el consentimiento junto con un pedido de apresurar su arribo. El ministro de defensa incluso determinó el lugar donde el barco debía atracar.

Al mismo tiempo Beguin comenzó a negociar el reparto de las armas con el Ministerio de Defensa respecto a la distribución de armas. El Irgún exigió que un 20% de las mismas fuera adjudicado a las unidades autónomas del Etzel en Jerusalén y el resto al Ejército de Defensa Israelí. No fue logrado un acuerdo en este sentido y fue emitido un ultimátum demandando la rendición del buque y las armas. El ultimátum fue rechazado y en una sesión especial del gobierno Ben Gurión – quién era Primer Ministro y Ministro de Defensa – definió la posición del Etzel como un intento de rebelarse y ganar control del país, y decidió consecuentemente imponer los términos del ultimátum por la fuerza.

El barco fue atacado por la Haganá matando a 17 personas que estaban a bordo. El Etzel respondió a la acusación de “Revuelta Armada” alegando que se trataba de “una conspiración de baja calaña de parte de Ben Gurion para garantizarse el poder en un intento de vengarse de aquellos que habían sido sus rivales durante muchos años”.

No obstante lo ocurrido no estalló la guerra civil y los sentimientos de traición, ira y dolor que embargaron a los hombres del “Altalena” no fueron un obstáculo para enrolarse al ejército y salir a los diversos frentes de guerra a combatir a los invasores.

Líder del Jerut

“Hasta aquí, con las armas; desde ahora en adelante con el voto del elector”.

Este fue el lema del Movimiento Jerut que se fundó al crearse el Estado de Israel. Esta organización la integraban miembros del Irgún Tzvai Leumí, del Partido Sionista Revisionista y del Movimiento Betar.

El Movimiento Jerut (libertad) se inspira en las doctrinas de Zeev Jabotinsky y la mayor parte de sus dirigentes se consideran continuadores de su camino. En el Primer Congreso del Movimiento, celebrado en 1948, se estableció una plataforma cuyo espíritu cuyo espíritu correspondía a las ideas del maestro y guía, fallecido ocho años antes. Esta plataforma determinó que el principal objetivo de la política exterior israelí debía ser garantizar la reunificación de la patria dividida bajo un gobierno judío soberano.

El Jerut se opuso rotundamente a la devolución de la península del Sinaí a Egipto después de la “Campaña del Sinaí” en 1956. En enero de 1957, luego de que Ben Gurión anunció la evacuación de la península del Sinaí como consecuencia de la presión de las grandes potencias, Jerut presentó en la Knésset (parlamento) un voto de censura en contra del gobierno. Ben Gurión respondió que ese partido, por el hecho de no compartir las responsabilidades del gobierno, podía permitirse demasiadas libertades.

Ya para 1964, Menajem Beguin el líder del Jerut lograba aumentar su influencia política extendiéndola desde los barrios pobres y los sectores de los veteranos miembros del Irgún a las capas más amplias de la burguesía. Esto se debió en gran parte a la formación del bloque electoral con el Partido Liberal (continuación del partido de los Sionistas Generales) en vísperas de las elecciones parlamentarias de 1965.En esas elecciones, el bloque Jerut-Liberales (llamado Gájal) obtuvo 26 bancas en el parlamento un 23.9% de los votos. El 5 de junio de 1967, horas después del estallido de la guerra, en el refugio antiaéreo de la Knésset, conversaban sobre la situación tomados del brazo David Ben Gurión y el Ex Comandante del Irgún y ahora ministro en el gabinete Israelí, Menajem Beguin. Las viejas rivalidades se transformaron en un gobierno de unidad.

En la sesión de gabinete de ese mismo día, se trató la situación creada en Jerusalén luego de que los cañones de la Legión Jordana comenzaron a bombardear el sector nuevo de la ciudad, que se encontraba bajo la soberanía Israelí. Algunos ministros y asesores militares propusieron cercar la Ciudad Vieja (en manos de Jordania) hasta lograr la rendición.

Beguin considero que era necesario irrumpir de inmediato en la Ciudad Vieja, ya que ante la posible victoria israelí el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas exigiría un urgente cese del fuego y Jerusalén continuaría dividida. Levy Eshkol quien era Primer Ministro otorgó su apoyo a la proposición de Beguin.

En los 38 meses que participó en las tareas de gobierno, Beguin actuó en la Comisión para Asuntos de Defensa y otras. Representó al Gobierno en el organismo de coordinación con la Agencia Judía y redactó el manifiesto que llamó, al finalizar la Guerra de los Seis Días, a la solidaridad del judaísmo mundial con el Estado Judío. En ese llamado sostenía que, como consecuencia de la Guerra, “fue liberada la tierra de nuestros antepasados”.

En esta pausa gubernamental, el empedernido opositor Beguin tuvo decisiva participación en la adopción de resoluciones históricas.

Ese periodo derrumbo muchas de las barreras psicológicas que aún se interponían entre los dirigentes de los sectores laboristas y el Ex Comandante del Irgún.

Levy Eshkol falleció en 1969 y Golda Meir fue designada por el Partido Laborista para sucederlo en el cargo. El cambio en el liderazgo no modificó la estructura de del Gobierno de unidad nacional.

En las elecciones a la Knésset realizadas en octubre de 1969 votaron 1.427.981 ciudadanos de los cuales 296.294– un 21.67%- voto por Gájal. El número de diputados ascendió a 26. En las votaciones de los municipios Gájal consiguió llegar a un 25.5% y su fracción en la Histadrut ascendió a un 17%.

El resultado de las elecciones que tuvieron lugar el último día de 1973, demuestran que, si bien entre los civiles el Partido Laborista continúa conservando su mayoría relativa, los resultados en los cuarteles del ejército otorgan su preferencia por Beguin.

Meses después, promueve Jerut la firma de un manifiesto popular en contra de la evacuación de Judea y Samaria. En las calles y en las plazas del país ese llamado es firmado por 460.000 ciudadanos.

El 12º Congreso del Movimiento Jerut fue inaugurado en enero de 1975 en la ciudad de Hebrón, que hasta 1967 se encontraba bajo dominio Jordano. Junto a esa ciudad, en la que se hallan las Tumbas de los Patriarcas, se ha levantado un nuevo poblado llamado Kiryat Arba. Al iniciase la campaña electoral de 1977, Beguin declara que, en caso de recibir el apoyo del pueblo, los esfuerzos del nuevo Gobierno estarán dedicados en primer lugar a evitar la guerra, a mantener la seguridad del país, y a lograr una paz definitiva. Las promesas de Beguin de conseguir paz con los árabes provocan burla de sus rivales políticos.

Primer Ministro

El logro histórico de Beguin se refiere a su capacidad para continuar en su propia herencia revisionista. En su justo reclamo sostenía que existe una política social, económica y exterior alternativa a la que ofrecía el laborismo. Persistió en su reclamo durante tres décadas, hasta que asumió el poder luego de la caída de los sionistas laboristas. Beguin se convirtió en líder al que no se juzgó tanto por sus hechos como su capacidad para conservar los símbolos y creencias de la derecha. Como primer ministro tuvo los requisitos necesarios para evitar la decadencia: un partido gobernante confiable, asesores talentosos y vigor organizativo.

Beguin llevaba la insignia del heredero del hombre que se había sentado a los pies de Zeev Jabotinsky. El carácter de Beguin como líder fue formado principalmente en la relación que desarrolló con las masas. A lo largo de su carrera demostró una brillante capacidad para controlar a sus seguidores. Beguin nunca alcanzó a resolver el dilema que se planteaba entre satisfacer la voluntad cambiante de la multitud o el orden institucional y político que debe guiar a un partido político. La multitud desconocida siempre es sospechosa. En un excepcional momento de desesperación, Ben Gurión dijo: “en los profundos recesos de la nación yace la reacción”. El surgimiento de la multitud como factor político es relativamente nuevo en la historia judía y, en gran parte, la carrera política de Beguin coincidió con el surgimiento de la multitud en la política Israelí.

Beguin procuró buscar respaldo político. Sus principal consigna era la grandeza de la nación, prometía “hacer bien a la gente”.

Beguin tenía una gran habilidad como orador. Impuso jerarquía al uso de la retórica con fines políticos. Beguin sostenía que el gran orador es aquel que “sabe combinar la lógica y la emoción, la mente y el corazón… y en determinados momentos toda su audiencia se convierte en una única entidad y él forma parte de ella”.

Beguin contaba con casi 60 años de experiencia como orador. En Polonia, con sus millones de judíos, surgió una cultura política de las masas, y allí fue donde Beguin dio sus primeros pasos en el arte de la oratoria.

Beguin no solía preparar sus discursos, sólo tomaba algunas notas y decía todo lo que tenía que decir, sin leer ningún discurso. El era conciente de su talento como orador.

Sólo en cuatro oportunidades leyó un texto preparado.

Beguin atribuía mucha importancia a las palabras. En “La Rebelión” escribió: “No quitemos importancia a las palabras. Existen palabras que crean hechos, así como existen ideas que crean palabras”. Sus declaraciones y discursos ocupaban un lugar importante en su vida política. A menudo sus palabras eran enérgicas e inflexibles.

Su principal escenario era la plaza de la ciudad, el anfiteatro, el comité político. Ahí era capaz de utilizar al máximo para el ridículo y el sarcasmo hacia los demás, el humor y el porte solemne y por encima de todo, la crítica a sus opositores.

Beguin, el orador de masas, empleada todos los trucos habidos y por haber. Solía ser desafiante y entretenido: calumniaba, compartía un secreto y prometía grandeza. Exageraba, halagaba, ofrecía elogios vacíos, era sarcástico y hablaba a sus blancos sin limitación ni piedad. Al mismo tiempo se consideraba un hombre piadoso que apelaba al sentido del honor y al sentido común de la audiencia.

Beguin opinaba que para sobrevivir, la nación debía ser guiada no tanto por la transitoria racionalidad de sus líderes cuanto por sus instintos naturales. La unidad nacional era una condición para que triunfara el país. La falta de acuerdo y la crítica pública eran motivo de debilidad nacional, y en el peor de los casos, llegaba hasta la traición. A principios de 1949 Beguin manifestó que en su país se opondría con todas sus fuerzas al gobierno, pero que fuera de Israel lo consideraría el mejor de los gobiernos (cuando el primer ministro era Ben Gurión). Inmediatamente después de la Guerra de los Seis Días, sostuvo que el gobierno de unidad nacional había sido uno de los factores que había contribuido a la victoria de Israel, y que “lo único que tenemos que hacer es mantenernos unidos como pueblo y aferrarnos a los frutos de nuestra victoria”. Después de la operación de rescate Entebbe, en julio de 1976, aseguró que “tal vez en virtud de esta unidad hallamos sido elegidos para ser testigos de este gran día en la historia del paciente Israel…”. Para Beguin la unidad nacional era más importante que el pluralismo ideológico, social, político, y se mostraba dispuesto a sacrificar dicho pluralismo para satisfacer las necesidades de la unidad nacional, porque éste era el secreto de la fortaleza de la nación.

Según Beguin, la visión del mundo de un movimiento de liberación nacional, posee tres componentes básicos: libertad del individuo, reforma social y supremacía de la ley.

Aseguró que “allí donde se niegan los derechos existe el derecho a rebelarse contra el régimen”.

Libertad del individuo: Beguin consideraba que la unión entre la autoridad gobernante y el control del trabajo en la sociedad constituye una nueva forma de esclavitud. Solo la separación de estos es el primer requisito para garantizar la libertad humana.

La reforma social: la visión de una sociedad sin clases o su existencia permanente en una sola forma de estructura social es solo una ilusión. Beguin sostenía que siempre existirá la división entre clases en las sociedades humanas y que el factor determinante seguiría siendo la propiedad. La única solución posible es “acotar de forma permanente la distancia entre los extremos sociales”. Este proceso es unidireccional, desde abajo hacia arriba: los propietarios permanecen donde están y los menos privilegiados avanzan hacia ellos. La reforma social según Beguin, es un proceso que se inicia al trasladar el “punto de partida desde recursos cero hasta recursos mínimos”. Jabotinsky abría especificado que estos son: vivienda, comida, vestimenta, atención médica y educación. Estos son puntos de partida, no metas, y todos son accesibles decía Beguin cuando la reforma social y la libertad del individuo están aseguradas.

Principales ideas:

Beguin no es sólo primer ministro sino también ministro de relaciones exteriores.

Beguin asume el poder a los 64 años de edad y estaba enfermo, después de haber sufrido un grave ataque cardiaco. Comunicó a los periodistas que su enfermedad no afectaría su desempeño: “Mi intención es trabajar día y noche, y ruego a Di-s que me dé fuerzas para lograrlo”.

No se puede separar la religión del Estado, para Beguin “somos un Estado de ley y un Estado de Halajá (ley religiosa judía)”. Beguin creía verdaderamente que la supervivencia del pueblo judío a lo largo de la historia, la formación de su voluntad nacional y la fortaleza espiritual de su nación eran inseparables de la fe. Antes de la visita de Sadat a Jerusalén Beguin exigió que no se violara el sábado al realizar los preparativos de la visita.

Durante su mandato se realizó una profunda revisión de las leyes correspondientes a temas religiosos. En ningún otro período la ortodoxia religiosa disfrutó de tanta importancia: Las ideas nacionalistas religiosas pasaron a formar parte de las escuelas estatales, hubo un retorno a la religión ortodoxa, y fue aumentado el respaldo a las instituciones religiosas.

El gobierno que lidera es el más fuerte, eficiente, valiente y resuelto que se pueda imaginar. Se llevan a cabo conversaciones por la paz con el Líbano y con Egipto. La margen occidental es anexada y también la margen oriental. Los Estados Unidos y Gran Bretaña finalmente brinda su apoyo a Israel.

Su primer acto como primer ministro fue ofrecer asilo a los refugiados de un buque Vietnamita. Pronto adquirió importancia la búsqueda de aliados y el logro de un reconocimiento más amplio. Una de las primeras medidas que tomó Beguin fue nombrar como ministro de relaciones exteriores a Moshe Dayán.

Beguin declaró en su primera sesión en la Knesset, que aprobaría una ley de seguro social, una ley de arbitraje, una ley de salario mínimo y una ley de jubilación estatal.

La nueva generación estaría educada para amar a la humanidad, la libertad, la justicia, y la patria. Por primera vez el programa educativo fue encomendado a una fracción minoritaria religiosa. Una nueva alianza política entre la derecha y los partidos religiosos habría de dominar la política israelí en los años por venir.

El acuerdo de coalición establecía que “El pueblo judío tiene el derecho histórico eterno a la tierra de Israel, nuestro patrimonio indiscutible”.

El Acuerdo de Paz

A principios de noviembre de 1977 el presidente de Egipto Anwar Sadat sorprendió a Israel y al mundo entero informando que el estaba dispuesto a viajar a Jerusalén y pronunciar un discurso en la Knesset. El primer ministro Menajem Beguin acepto el desafió y lo invitó oficialmente. Dos días después del informe del presidente egipcio, Beguin habló al pueblo egipcio diciendo: “vuestro presidente dijo hace dos días que esta dispuesto a venir a Jerusalén, a la Knesset, para evitar que un solo soldado más egipcio resulte herido. Es esta una declaración impositiva y lo felicito por ello. Será un placer recibir a vuestro presidente con la hospitalidad tradicional que ustedes y nosotros hemos heredado de nuestro padre común el Patriarca Abraham. Yo por mi parte estaré dispuesto a viajar a El Cairo con el mismo objetivo. No mas guerras, paz, paz verdadera y para siempre”.

La década empezó con la guerra con Egipto, finalizó con la paz. El presidente de Egipto desde la muerte de Naser en septiembre de 1970 sorprendió al mundo entero con su voluntad de dar un discurso en la Knésset, su visita en Israel estaba vista por los israelíes como un sueño casi imposible, que se concretaba.

La constante persecución por la paz leva a Beguin a recibir el Premio Nóbel de la Paz en 1978, siendo la primera vez que Israel recibe un Premio Nóbel en esta categoría.

A raíz de esta visita comenzaron las negociaciones prolongadas, que llegaron a su fin en marzo de 1979 al firmarse el acuerdo de paz.

El 6 de marzo de 1979, sobre los campos de la Casa Blanca en Washington se encontraban los tres socios del pacto: el Primer Ministro de Israel: Menajem Beguin; el presidente de Egipto: Anwar Sadat y el Presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter. Las negociaciones entre Egipto e Israel muchas veces se encontraron en un callejón sin salida, pero fue el presidente Carter quien aportó para conseguir este histórico acuerdo.

En el acto estuvieron presentes más de 1300 invitados especiales. Y la firma del tratado fue televisada a todo el mundo occidental y a Egipto.

Este acuerdo permitió a Egipto la anexión de toda la península del Sinaí y la modernización de sus fuerzas armadas. Israel por su parte consiguió ayuda económica y militar, petróleo y garantías de seguridad por parte de las fuerzas armadas de Estados Unidos.

Este acuerdo fue el primer reconocimiento árabe desde la creación del Estado de Israel.

Operación paz para Galilea

Ocurrida el 6 de junio de 1982. Quince años después de la Guerra de los Seis Días, de común acuerdo entre Menajem Beguin y el Ministro de Defensa Ariel Sharon, y los comandantes militares. Beguin ordenó inicias la operación Grandes Pinos. El propósito declarado de la Operación era poner a las poblaciones de la Galilea (zona norte Israelí) fuera del alcance de los bombardeos terroristas provenientes de la zona sureste del Líbano, territorio denominado Fataj Land (tierra de Fataj). Las fuerzas israelíes debían ingresar en el sur del Líbano alejando a los terroristas 40 kilómetros de la frontera norte.

El acontecimiento que desencadeno la Guerra fue el atentado de terroristas palestinos al embajador israelí en Londres. Israel reaccionó bombardeando las bases terroristas en el Líbano y los palestinos respondieron atacando las poblaciones del norte.

Este acto constituyó el comienzo de lo que luego se denominó “Operación Paz para Galilea” (Shalom Ha Galil), popularmente conocida como “La Guerra del Líbano”

En pocos días la operación se expandió y se transformo en una verdadera guerra, lo que estaba previsto ser una guerra corta pasó a durar meses y años.

Las fuerzas del Tzahal aliándose a las Falanges Cristianas llegaron hasta la periferia de Beirut (muchos kilómetros más del objetivo fijado) y comenzaron los enfrentamientos con los sirios.

En el avance de las Falanges Cristianas con el objetivo de depurar terroristas palestinos en los campamentos de Sabra y Shatila, se produjeron por parte de las Falanges matanzas de cientos de civiles, incluyendo mujeres y niños, este acto conmociono a la opinión pública mundial e israelí, y el Tzahal bajo la presión de Estados Unidos se retiró de Beirut.

Esta Guerra causó la división sin precedentes en la opinión pública israelí, se realizaron manifestaciones de protesta con centenas de miles de participantes. Tras la masacre de Sabra y Shatila se formó una comisión de investigación israelí, cuyas conclusiones y recomendaciones criticaron el accionar de Beguin y de su Ministro de defensa Ariel Sharon, quien fue removido al poco tiempo de ser presentado el informe de esta comisión. Hay quienes sostienen que la renuncia de Beguin en octubre de 1983 habría estado relacionada con los problemas causados por esta guerra.

El Final del Camino

En noviembre de 1982 fallece su esposa Aliza, su amada y eterna confidente, sobre quien Beguin escribió en su libro “Noches Blancas”, refiriéndose al momento en que la conoció: “…te vi. por primera vez, mi querida, pero siento como si te conociera de toda la vida…”. Este luctuoso hecho lo sorprendió mientras se encontraba de visita oficial en los EE.UU., considerando la marcha de la Operación Paz para la Galilea.

A partir de ese momento su estado de salud regular desde hacía algunos años se deterioró en forma acentuada, pareciendo pronunciados estados depresivos. Su hija Hassya declaró en más de una oportunidad que los mismos hayan sido consecuencia de haberse sentido culpable por no haber estado acompañando a Aliza en sus últimos momentos.

En agosto de 1983, en forma improvista, renuncia como Primer Ministro del Estado de Israel, retirándose de la vida pública sin explicar los hechos que motivaron tan drástica decisión.

El periodismo especializado interpretó su renuncia de muy diversas maneras: unos afirmaron que era consecuencia de la gran cantidad de bajas en la Guerra del Líbano; otros hicieron referencia a su decepción frente a la mal interpretación popular de las motivaciones que lo decidieron a iniciar la Operación Paz para la Galilea: algunos consideraron que se sintió engañado por uno de sus ministros y también están aquellos que opinaron que el fallecimiento de su esposa y de quien fuera su Viceprimer Ministro Simja Erlich (presidente del partido liberal con quien fundó Gajal y luego el Likud) lo sumieron en un estado depresivo que le impedía estar al frente del gobierno.

Entre 1984 y 1992 retirado de la política activa, se recluyó en su pequeño departamento jerosolimitano su única propiedad, encerrándose en un mutismo total. No concedió entrevistas ni siquiera a sus biógrafos; tan sólo sus hijos y un reducido círculo de colaboradores lo veían en forma permanente lo acompañaban en sus múltiples internaciones, que se sucedieron en sus últimos años de vida.

Si bien fue un prolífico autor de artículos y opúsculos, tan sólo dos libros publicó: “Las noches blancas” y “La Rebelión”; el primero narra sus vivencias desde Brisk hasta el cautiverio en las estepas siberianas, y el segundo desde el momento en que finaliza el anterior hasta la independencia del Estado de Israel; en los mismos además de relatar hechos históricos, explica con lujo de detalles las posturas ideológicas del revisionismo sionista pre-estatal.

Muchos creyeron que escribiría sus memorias o su interpretación de los acontecimientos del Estado de Israel que le tocaron vivir, durante sus últimos años de vida; pero él sólo se llamó a silencio, quizás sus hijo publiquen sus escritos en un futuro no muy lejano.

El 9 de marzo de 1992 (4 de Adar de 5752) fallece y es sepultado sin ceremonias públicas, de acuerdo a su voluntad, en Jerusalén, ciudad a la cual defendió y amó.

Shockeado por el resultado negativo que tuvieron algunas de sus maniobras políticas y por lo que aparentemente percibió como un callejón de salida, en contra de todos sus habitos y costumbres Begin, al igual que la viuda de Rabin, decidió morir en silencio, con el J’acusse en los labios, sin escribir sus memorias, sin señalar aciertos ni mencionar errores, guardándose sus temores sobre el futuro y sus apreciaciones del pasado para si mismo.

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1 comentario en «9 de marzo de 1992: Fallece Menajem Beguin, precursor del Likud y ex primer ministro de Israel»
  1. Tengo el libro la Rebelion de Menajen Beguin hace 40 años en mi biblioteca. La cuarentena del Covid19 me perimite leer ese apasionante libro de un gran dirigente judio. Saludos Enrique Stein, Argentina, 82 años de edad.

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