¡Cómo Acabar con la Vida de l@s Demás…y la de Un@ Mism@?
“Querer a Quien te Quiere, es Querer. Y Querer a Quien no te Quiere…¡Eso se Llama Amar!”
Es una verdadera disyuntiva, me imagino que desde que se conoció la palabra cariño.
Lo que más queremos es lo que más nos rechaza y viceversa.
Tal vez de ahí surgió la canción “Coincidir”, que popularizara Guadalupe Pineda; porque el amor es un juego de coincidencias.
Coincidencias que muchas veces, o tal vez la mayoría, viajan en líneas paralelas.
Cuando estas líneas paralelas son bastante cercanas, puede suceder precisamente que se encapricha alguien con quien no le hace caso, como se anhela.
Y es ahí donde surge el otro dicho de que “El Hombre Propone, Dios Dispone, y Llega el Diablo y Todo lo Descompone”.
Pocas cosas hay más nefastas que el ardor, derivado de un capricho.
Y aquí viene el meollo de toda esta historia que parece sencilla, pero que se va complicando precisamente porque ese ardor alimenta fuerzas que no deberían de ser alentadas.
De ahí surgen las llamadas arañas mentales que van cobrando fuerza precisamente en quién las genera.
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Esa persona puede ser la más lastimada en este juego de vanidades y de malos enredos.
Cuando la comunicación, que es verdaderamente lo más fácil, se trunca; llegamos a un punto en que “Lo Más Sencillo es Complicarlo Todo”.
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