Queridos amigos,
Para los judíos de todo el mundo, Rosh Hashaná es un tiempo de reflexión y renovación, un momento en el que miramos hacia atrás al año que ha pasado y nos proponemos a mejorar para el año que viene.
La parte de la Torá que leímos el Shabat pasado, “Nitzavim”, destaca un valor fundamental judío: tenemos libre albedrío, la capacidad de escoger entre la vida y la muerte. Nitzavim significa “estamos de pie.” Podemos elegir quedarnos quietos ante el miedo, negarnos a comprometernos con la vida, o mantenernos firmes en la búsqueda de nuestras creencias, valores y sueños, y escoger vivir de verdad.
Este año nos enfrentamos a dificultades sin precedentes, pero estos desafíos también dieron origen a una resiliencia y fortalezas inesperadas.
Este año, a pesar de los inmensos desafíos que enfrenta el Estado de Israel, la comunidad judía mundial y Keren Hayesod, elegimos la vida. Nos negamos a ceder a la desesperación ante los horribles acontecimientos del 7 de octubre y sus secuelas. Seguimos avanzando. Nuestros heroicos soldados están luchando valientemente, demostrando un coraje extraordinario, y muchos de ellos sacrifican sus vidas para garantizar nuestra seguridad y paz. Con su increíble apoyo, estamos comenzando a rehabilitar las comunidades devastadas en el norte y el sur. Su movilización de emergencia nos ha permitido ayudar a las víctimas del terrorismo, a los combatientes heridos y a las familias de los soldados caídos a reconstruir sus vidas. En los últimos 12 meses, a pesar de la guerra en curso, Keren Hayesod ayudó a traer a Israel a 31,000 nuevos olim de más de 100 países.
Durante el último año, hemos visto una movilización sin precedentes dentro de la comunidad Keren Hayesod en todo el mundo. Nuestra campaña de emergencia alcanzó cifras récord y tuvo un impacto directo en varias áreas, desde el apoyo a las víctimas del terrorismo y sus familias y la ayuda a los huérfanos de guerra hasta la ayuda a los hospitales y soldados en primera línea, la reconstrucción de comunidades devastadas en el sur y la asistencia a las comunidades evacuadas del norte. Si bien queda mucho trabajo por hacer, especialmente a medida que se desarrolla la situación en el norte, su gran apoyo y contribuciones para el Pueblo de Israel ha marcado una gran diferencia y, por eso, estamos inmensamente agradecidos.
Ahora, en el umbral de 5785, afrontamos el nuevo año con una mayor preocupación, pero también con esperanza y optimismo. Como siempre, nuestros corazones están con nuestros hermanos y hermanas, que siguen como rehenes en Gaza. Oramos por su regreso seguro e inmediato, junto con la seguridad y el éxito de nuestros valientes soldados que luchan en múltiples frentes. Oramos por la seguridad de todo nuestro Pueblo, en Israel y en la Diáspora.
Agradecemos la devoción y el liderazgo que han demostrado, y que ha mejorado la vida de tantas personas, mientras se fortalece la conexión entre el Estado judío y nuestro Pueblo en todo el mundo. A medida que Israel se embarca en la siguiente etapa de la guerra en curso contra sus enemigos, cuyo final no se vislumbra y que trae consigo nuevos y abrumadores desafíos, estaremos agradecidos por su continuo apoyo.
Que el 5785 nos traiga cura, paz y felicidades, y que podamos enfrentar el futuro unidos, fuertes y sin miedo.
Shaná Tová y un muy Feliz Año Nuevo.
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Sinceramente,
Steven Lowy AM
Presidente Junta Mundial
de Fideicomisarios de KH
Sam Grundwerg
Presidente Mundial
de KH
Edna Weinstock-Gabay
CEO y Directora General
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