Más de cien de tumbas de un cementerio judío profanadas con cruces gamadas e inscripciones antisemitas. Ocurrió en Westhoffen, en el norte de Francia, no lejos de Estrasburgo. Y no es la primera vez.
Este acto ha llevado al Gobierno de Emmanuel Macron a anunciar la creación de una oficina nacional destinada a luchar contra el odio religioso en el sentido más amplio, como explicó el ministro de Interior Christophe Castaner.
“Esta oficina se encargará de coordinar esta investigación, para que todos los medios nacionales sean movilizados, así como las investigaciones de todos los actos antisemitas, antimusulmanes y anticristianos en nuestro país”, señaló el ministro.
Polémica en la Asamblea Nacional por una propuesta que parece asimilar antisemitismo y antisionismo
El anuncio llega un día después de la polémica aprobación en la Asamblea Nacional de una proposición de resolución sobre el antisemitismo. Un grupo de intelectuales judíos se ha sumado a la izquierda y a parte de los diputados del partido gobernante para denunciar que la propuesta asimila antisemitismo y antisionismo al considerar acto antisemita cualquier manifestación de odio contra el Estado de Israel.
Los ataques antisemitas han aumentado en los últimos años en Francia. La comunidad judía francesa, con 550.000 integrantes, es la más importante de Europa.
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