“Amor sin barreras” (West Side Story), la nueva versión de Steven Spielberg del clásico de 1961, volvió a enfocar la atención en este icónico musical. Aquí hay algunas conexiones judías poco conocidas sobre “Amor sin barreras”.
1. Supuestamente iba a ser una historia sobre judíos y católicos
El coreógrafo Jerome Robbins fue la primera persona que propuso hacer un musical en Broadway basado en el tema clásico de Romeo y Julieta: dos personas que se enamoran a pesar del odio que sus familias y sus comunidades sienten mutuamente. El título original era “East Side Story”.
En 1949, Robbins compartió su idea con el compositor Leonard Bernstein y con el dramaturgo Arthur Laurents: un musical sobre una jovencita judía y un joven italiano católico que viven en la parte este de Manhattan (Lower East Side) y se enamoran. La historia iba a tener lugar sobre el fondo de la Pascua y resaltaría los sentimientos antijudíos en la comunidad católica. En esta versión, la banda italiana sería llamada los Jets, y la banda judía sería llamada los Esmeraldas. (En la versión final de West Side Story, los Esmeraldas se mencionan una vez en el contexto de una pelea previa con los Jets).
El equipo creativo de “Amor sin barreras”
Durante años el proyecto quedó en suspenso, hasta que Bernstein y Laurents se encontraron en el mismo hotel en Los Ángeles. Al estar sentados al lado de la piscina, leyeron en un periódico la descripción de una banda de jóvenes puertorriqueños. Ellos decidieron seguir adelante con su proyecto de Romeo y Julieta, pero esta vez los portorriqueños lucharían contra los italianos en Nueva York. El musical debutó en Broadway en 1957. Cuatro años más tarde fue adaptada para la pantalla y ganó el Oscar a la mejor película y al mejor director.
2. El dramaturgo era famoso por tratar sobre el antisemitismo
El guionista de “Amor sin barreras” fue Arthur Laurents. Laurents nació en una familia judía de Brooklyn en 1917. Su nombre original era Arthur Levine. Posteriormente explicó que se lo cambió por Laurents que sonaba menos judío, porque tener un apellido judío le dificultaba mucho conseguir trabajo.
Arthur Laurents
Durante la Segunda Guerra Mundial, Laurents se unió al ejército y le asignaron la tarea de escribir películas de entrenamiento para el ejército y obras para la radio militar. Inspirado por su época de uniformado, en 1945 escribió la obra “Hogar de los valientes” sobre un soldado judío que experimenta el antisemitismo y la traición por parte de los soldados antisemitas del ejército norteamericano.
“Hogar de los valientes” se presentó durante un año en Broadway, recordándole a las audiencias el antisemitismo que latía en los Estados Unidos. (En una película de 1949 basada en la obra, el protagonista fue cambiado por un soldado afroamericano que enfrenta el racismo). Cuando Laurents comenzó a trabajar en “Amor sin barreras” en su forma original, describiendo los prejuicios contra los judíos, escribió sobre las experiencias que él mismo había tenido.
Laurents se mantuvo activo en Broadway y también presentó al antisemitismo en sus obras. En el 2020, a los 90 años, dirigió en Broadway una nueva versión de “Amor sin barreras”. Para esa producción, contrató a un artista portorriqueño para que tradujera al español las canciones “A boy like that” y “I feel pretty”. (El artista fue nada más ni nada menos que un joven Lin-Manuel Miranda).
3. El compositor judío Leonard Bernstein consideró que “Amor sin barreras” era una súplica de tolerancia
La inspirada música que hizo tan atractivo a “Amor sin barreras” fue escrita por Leonard Bernstein, el hijo de inmigrantes judíos de Ucrania que llegaron a vivir en Massachusetts. Bernstein nació en 1918 y sus padres esperaban que fuera un rabino. Él manifestó su genio musical desde que era muy pequeño. A los 25 años ya había sido nombrado director de la Filarmónica de Nueva York, una oportunidad sin precedentes para un hombre tan joven. Él fue el primer director nacido en Norteamérica que condujo una gran orquesta.
Leonard Bernstein
Bernstein siempre se sintió orgulloso de su identidad judía. Durante la Segunda Guerra Mundial, el compositor judío Serge Koussevitzky, su amigo y maestro, trató de convencer a Bernstein para que cambiara su apellido a Burns para ocultar su origen judío y tener más oportunidades profesionales. Posteriormente Bernstein contó que por esa propuesta “perdió una noche de sueño”. Luego le respondió a Koussevitzky: “decidí ser famoso como Leonard Bernstein o no serlo en absoluto”.
Bernstein viajó por primera vez a Israel en 1947, antes del establecimiento del estado, y condujo la Filarmónica Palestina (luego llamada la Filarmónica Israelí). Él regresó muchas veces a dirigir en Israel. Uno de sus conciertos más memorables tuvo lugar en la ciudad de Beersheva en 1948. Semanas después de que los soldados israelíes capturaran la ciudad en el desierto del Neguev, las Naciones Unidas ordenaron que se retiraran. Las tropas israelíes se negaron y se quedaron en el pueblo, ahora un importante centro cultural de Israel. Bernstein dirigió un concierto ante multitudes de soldados, y el programa incluyó a Mozart, Beethoven y la “Rapsodia en Azul” del compositor judío George Gershwin.
La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos cuenta con la copia de “Romeo y Julieta”, la obra de Shakespeare, que pertenecía a Bernstein, obra sobre la cual se basó la historia “Amor sin barreras”. El libro de Bernstein está repleto de anotaciones, programando una versión judía de la famosa historia de amor. “Una convocatoria a la tolerancia racial”, escribió Bernstein en su copia de Romeo y Julieta. “Amor sin barreras” parece ser una versión de esa meta, una convocatoria a desprenderse del odio y los prejuicios.
4. La letras de las canciones las escribió el compositor judío Stephen Sondheim
Bernstein trajo a bordo al compositor y escritor judío Stephen Sondheim para que escribiera las letras de las canciones Este fue el primer gran espectáculo en el que trabajó Sondheim (quien falleció hace poco a los 91 años). Sondheim no tuvo demasiada educación judía. Él dijo que Leonard Bernstein tuvo que enseñarle a pronunciar “Iom Kipur”.
5. El coreógrafo Jerome Robbins, un judío que ocultaba su origen, capturó el espíritu de los bailes de 1961
Jerome Robbins nació en 1918 como Jerome Rabinowitz, creció en un cálido hogar judío y se convirtió en bailarín. Una de sus primeras presentaciones fue en la pieza de tema judío “Los hermanos Ashkenazi”, en el teatro de Arte Idish en 1937. Robbins estaba profundamente conflictuado con su identidad judía, la cual ocultó durante años y cambió su nombre por Robbins para que sonara menos judío.
Jerome Robbins
Al preparar la coreografía para “Amor sin Barreras”, fue disfrazado a una escuela secundaria de danzas en el barrio portorriqueño de Harlem para inspirarse. En el set de filmación de “Amor sin Barreras” impuso un estricto protocolo y método de trabajo: los bailarines debían permanecer en su personaje incluso cuando no estaban ensayando; los bailarines que representaban a los Sharks y a los Jets nunca debían entremezclarse. Esto llevó a algunos resentimientos reales en la vida real, donde los bailarines que actuaban para los Sharks jugaron bromas a los que actuaban para los Jets. (Por lo menos dos actores quebraron esta regla: Chita Ribera, la estrella que representaba a un Shark, y Tony Mordente, que representaba a un Jet, se enamoraron y se casaron).
6. Hoy en día, en el West Side de Nueva York hay robustos barrios judíos
Hoy en día viven muchos judíos en la parte oeste de Manhattan. Un estudio del 2013 reveló que en el Upper West Side viven 43.900 familias judías. (Esto es más que la cantidad de hogares judíos que hay en todo Cleveland).
7. La versión del 2021 de Steven Spielberg reunió a las mayores figuras judías de la actualidad
La versión del 2021 de “Amor sin barreras” contó con importantes talentos judíos. El director, Steven Spielberg, también dirigió “La lista de Schindler” en 1993. La historia fue actualizada por el guionista judío Tony Kushner (quien ya había trabajado con Spielberg en el 2005 en la película “Múnich”, sobre la masacre de los atletas israelíes en la Olimpiada de Múnich en 1972).
Spielberg señaló que “Como judío tengo consciencia de lo importante que es la existencia de Israel para que todos podamos sobrevivir. Y debido a que estoy orgulloso de ser judío, me preocupa el crecimiento del antisemitismo y del anti-sionismo en el mundo”. Al igual que Leonard Bernstein, es de esperar que Spielberg pueda traer al mundo un poco de tolerancia y belleza con su propia versión de “Amor sin barreras”.
Excelente artículo. Este tipo de película ayudan a la humanidad
Midas a ser más tolerantes.
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