Aviones de combate atacaron el jueves por la noche un pueblo en el noroeste de Siria, matando al menos a 35 personas e hiriendo a docenas más, incluidos niños, en uno de los incidentes con más muertos registrado este año en esa parte del país, según un grupo de rescatistas y una organización que monitorea la guerra en Siria.
El grupo opositor Defensa Civil Siria, también conocido como Cascos Blancos, dijo el viernes que el bombardeo había matado a 35 personas y herido a 80 en el pueblo de Zardana. Entre los muertos había tres miembros de la organización, fallecidos cuando evacuaban a otras víctimas.
Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, informó de 44 muertos, incluidos seis niños y 11 mujeres. Añadió que el ataque ocurrió después del atardecer, cuando los musulmanes rompían el ayuno del mes sagrado del Ramadán.
Es habitual que haya cifras contradictorias de víctimas tras ataques en Siria.
El Observatorio dijo que la cifra de muertos podría subir porque aún quedaban víctimas bajo los escombros y algunos heridos permanecían en estado crítico.
La organización con sede en Gran Bretaña atribuyó a aviones rusos el ataque, el mayor que se registra este año en Idlib.
Estos bombardeos han sido relativamente escasos en los últimos meses en la provincia rebelde de Idlib, que forma parte de una zona de desescalada de la violencia acordada el año pasado por Rusia, Turquía e Irán.
Decenas de miles de sirios desplazados de otras partes del país se han instalado en la provincia de Idlib en los últimos dos años.
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