El judío americano recientemente liberado de prisión en Cuba, Alan Gross, agradeció anoche a la comunidad judía, entre otros, por haber ayudado a que esto suceda, informó el medio israelí Haaretz.
Hablando en una conferencia de prensa en Washington, Gross abrió su declaración con un saludo por Jánuca y un agradecimiento al presidente Barack Obama. “Jag Sameaj. Qué bendición ser ciudadano de Estados Unidos. Gracias por todo lo que ha hecho hoy”.
“A la comunidad judía de Washington, a Ron Halber y su personal en el Consejo de Relaciones Comunitarias Judías en particular, a todos los directores ejecutivos, miembros y voluntarios de este lugar, federaciones, sinagogas, colegios y otras organizaciones judías, cristianas y musulmanas de todo el mundo que dios los bendiga y les agradezco. Fue crucial para mi supervivencia saber que no había sido olvidado. Sus plegarias y acciones han sido reconfortantes, tranquilizadoras y un gran sostén”, destacó.
En el acuerdo que funcionarios americanos dijeron que estaba técnicamente separado de la liberación de Ross, Estados Unidos y Cuba acordaron intercambiar a los tres miembros restantes de los “Cinco cubanos”, una red de espías, que estaban presos, por un espía americano que había estado detenido en la isla por 20 años y cuya identidad es desconocida. Además ambas partes acordaron reestablecer totalmente sus lazos diplomáticos, los cuales se habían quebrado en 1961.
Gross, quien estuvo detenido allí por cinco de los 15 años de prisión establecido por crímenes contra el Estado, había ido originalmente a Cuba para hacer un contrato de trabajo para el gobierno americano y ayudar a conectar a los judíos cubanos con el mundo exterior.
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