El jugador Nicolas Anelka ha comunicado este viernes a través de su cuenta de Twitter que ha rescindido su contrato con el West Bromwich inglés, club por el que fichó el pasado verano para la presente campaña. El mismo día que cumple 35 años, el ex jugador del Real Madrid abandona el equipo inglés con carácter inmediato tras no aceptar las condiciones que le imponían para reintegrarse al grupo, según él mismo afirma, después de su sanción por el gesto antisemita que reprujo en el Boleyn Ground.
“Tras las conversaciones mantenidas con el club, que me ha hecho una propuesta bajo ciertas condiciones que no puedo aceptar, he decidido poner punto final al contrato que me vinculaba con el West Bromwich Albion hasta junio de 2014”, indicó el francés, quien quiere conservar su integridad. “Como yo quiero preservar mi integridad he decidido liberarme y poner fin a mi contrato con la wba, con efecto inmediato”.
Tras el anuncio del delantero, el club londinense emitió un comunicado en el que explicaba que no había recibido ninguna notificación oficial sobre este hecho, ni por parte del jugador ni de su representante. Además, estaba enfadado por la fórmula elegida por el jugador para dar a conocer su marcha del club. Sin embargo, a última hora de la noche, el West Brom publicó una nota en su web en la que se anunciaba que había comenzado el proceso legal para rescindir el contrato del delantero francés.
El pasado 28 de diciembre el jugador reprodujo el saludo “quenelle” tras anotar un tanto en el encuentro liguero contra el West Ham, gesto que le costó una sanción de cinco partidos y una multa de 96.800 euros por parte de la Federación Ingelsa, que lo consideró “abusivo, indecente, insultante o bien impropio”. Su club, además, le suspendió y abrió una investigación interna sobre su comportamiento. El delantero siempre ha mantenido que no se trata de un gesto antisemita, sino un signo de “revuelta contra el sistema”.
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