Arabia Saudita ha concedió una suspensión de último momento de la ejecución de siete hombres que iba a producirse el pasado martes por el cometimiento de un robo a mano armada cuando la mayoría de ellos eran menores de edad, según anuncian los familiares y amigos de los delincuentes condenados. Los siete presos fueron penados a muerte en 2009 por robar en una joyería en la provincia de Asir en el 2006. Amnistía había denunciado irregularidades en el proceso judicial.
Además, un amigo de la familia de algunos de los presos, Mohammed Al Rabhan, ha manifestado a los medios que el hijo mayor del Rey Abdullah de Arabia Saudita, quien comanda la Guardia Nacional de Arabia Saudita, ha ordenado este martes que se aplace un mes la ejecución y la corte real ha solicitado un nuevo juicio. “El príncipe Miteb ha prometido que ordenará una nueva investigación y un nuevo juicio, ha planteado conmutar la pena e incluso indultar a los presos”, ha añadido Al-Rabhan por teléfono a Reuters después de que él y unos 200 parientes y amigos de los jóvenes se reunieran cerca de la corte del rey para pedir clemencia. Los amigos y familiares han manifestado que la noticia de la orden del príncipe se ha producido poco después de que el gobernador de la provincia de Asir hubiese ordenado un retraso de diez días para la ejecución, prevista el pasado martes.
“No estamos diciendo que ellos no son culpables. Estamos diciendo que estos crímenes no merecen la pena de muerte”
Se trata del último caso que ha puesto en entredicho el sistema legal saudí, basado en una interpretación literal de la ley islámica o sharia. El reino saudita ha recibido fuertes críticas en Occidente por su alto número de ejecuciones, las inconsistencias en la aplicación de la ley y el uso que hace de las decapitaciones públicas. El portavoz del Ministerio de Asuntos Interiores de Arabia Saudita no ha querido comentar este caso. El gobierno de Riad ha negado en repetidas ocasiones que el reino practique la tortura.
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