Una nueva carta abierta se pronuncia en contra del candidato a la presidencia de la nación de La Libertad Avanza, el economista Javier Milei. Luego de la carta de intelectuales y la de artistas, escritores y científicos, que se dieron a conocer días atrás, se difundió ayer una carta de connotaciones religiosas firmada por ciudadanos de “identidad judía, argentina y humanista” que manifiestan su preocupación “por las expresiones de odio de Javier Milei, candidato más votado en las PASO presidenciales, así como también por el uso político que realiza del judaísmo, sus textos y sus símbolos”. Ya cosechó más de dos mil firmas la iniciativa de Kevin Ary Levin y Jonathan Gueler, de las agrupaciones judías progresistas y de centroizquierda Meretz Argentina y Amos, respectivamente. Trascendió que la carta sería leída en un acto público.
Apoyaron el comunicado la cantante Julia Zenko, las escritoras Alicia Dujovne Ortiz, Perla Sneh, Susana Szwarc, Virginia Feinmann, Liliana Escliar, Mónica Sifrim y Tamara Tenenbaum, los escritores Mauricio Goldberg, Gabriel Lerman y Matías Wiszniewer, los músicos César Lerner y Leo Sujatovich, el filósofo Ricardo Forster, los sociólogos Daniel Feierstein y Elizabeth Jelin, los artistas Martín Kovensky, Ester Marder y Rut Robinson, el economista Ricardo Aronskind, la editora Ruth Kaufman, la traductora Irene Agoff, el periodista Pablo Méndez Shiff, el politólogo Nicolás Dvoskin y el médico Pedro Cahn, entre muchos otros. También firmaron comerciantes, empresarios, jubilados y estudiantes, psicólogos, arquitectos, docentes y otros profesionales. Diana Wassner, de Memoria Activa, y Daniel Tarnopolsky, único sobreviviente de una familia desaparecida en dictadura, aparecen en la lista de firmantes.
“Durante esta campaña presidencial, este candidato ha tenido declaraciones de contenido discriminatorio, misógino, contrario a la diversidad sexual, a la pluralidad política, y a la convivencia democrática en general -se lee en la carta-. Corresponde condenar además su ataque al papa Francisco, ofendiéndolo a él y, a través suyo, a millones de fieles”.
También hay un párrafo dedicado a la abogada Victoria Villarruel. “Asimismo, no puede obviarse que su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, es la principal figura del negacionismo en nuestro país y de defensa de una dictadura que tuvo un probado carácter antisemita al ensañarse especialmente con desaparecidos/as de origen judío. En igual sentido, ha sido tristemente célebre en las últimas semanas por atacar a una referente indiscutida de la lucha por los derechos humanos como Estela de Carlotto”. Villarruel llamó “personaje siniestro” a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
Desde hace varias semanas, Milei alude a sus estudios de judaísmo y a una posible conversión a esa religión. Tiene un rabino de consulta, de la comunidad Acilba del barrio de Palermo, con el que estudia la parasha shavua, el pasaje de la Torá de cada semana. Días atrás, le contó al periodista Alejandro Fantino que había viajado a Miami a festejar Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío, con el rabino. Además, justifica algunas de sus opiniones, como la oposición al aborto, con el argumento de que “está en la Torá”. Milei cursó la primaria y la secundaria en el Instituto Cardenal Coppelo, un colegio católico de Villa Devoto.
“Se da la particularidad de que Milei dice estudiar la Torá asiduamente, incluyó el talit y el shofar en su acto de cierre de campaña previo a las PASO, cita frecuentemente fuentes judías y hace referencias a personajes como Moshé, entre otros actos -reza la carta-. Queremos expresar de forma clara: la ética judía que aprendimos y que aspiramos a poner en práctica en nuestras vidas está íntimamente vinculada a la noción de igualdad y de justicia social, la misma que Milei tilda de aberrante. Por lo tanto, nuestro judaísmo se encuentra en las antípodas de Javier Milei y su proyecto político”.
“El profeta Amos, el mismo que Milei descontextualiza en su material de campaña, fue quien denunció la desigualdad entre los ricos y pobres de su pueblo. Otro profeta, Isaías, criticó duramente a quienes ayunaban siguiendo el ritual religioso sin ver la necesidad de liberar a los oprimidos de su yugo y de socorrer al necesitado”.
Hay referencias a la alianza que Milei anticipó que, si es electo presidente, fortalecería con Israel. “Asimismo, manifiesta que Israel será uno de sus principales aliados y mudaría la embajada a Jerusalén en un eventual gobierno a su cargo. Ya hemos visto cómo proyectos políticos de similares características en otros lugares del mundo, identificados con Israel, albergaron en su interior expresiones netamente antisemitas, y partidarias de otras formas de racismo y discriminación, que crecieron a su abrigo”.
Y concluyen: “Como parte de un pueblo que ha sufrido las más horrendas persecuciones a lo largo de su historia, decimos firmemente que Milei no nos representa. No permitiremos que su apropiación de símbolos y conceptos judíos nuble esta realidad”.
Como era de prever, la iniciativa recibió críticas y apoyos en redes sociales; algunos, irónicamente, se preguntaban si la carta perjudicaba o beneficiaba al candidato.
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