“Estábamos excavando cerca un cuartel del ‘sonderkommando’ – unidades de trabajo de los prisioneros de campos de exterminio nazi – cuando nos topamos con dos filas de alambre de espinas enterradas. Cavamos y encontramos rastros de un túnel. Medía el ancho de un humano y estamos un 99% seguros de que era un túnel de escapatoria”, dijo el arqueólogo polaco Wojciech Mazurek al periódico inglés The Telegraph.
El arqueólogo israelí que supervisa las excavaciones es Yoram Haimi, quien trabaja para la Autoridad de Antigüedades de Israel. Dos de sus parientes fueron asesinados en Sobibor y él ha estado llevando a cabo excavaciones extensivas en ese lugar durante los últimos años como parte de su trabajo de investigación en la Universidad Ben Gurion del Negev. Su compañero es el arqueólogo local Mazurek y su trabajo está siendo apoyado por el Instituto Internacional para la Investigación del Holocausto del Yad Vashem.
Las excavaciones se llevaron a cabo en un área conocida como “Campo 3”, el cual era parte de Sobibor. “El área en la que cavamos atravesó muchos saqueos e intromisiones en los años posteriores a la guerra. Encontramos un revoltijo de huesos humanos, cenizas de cuerpos, vidrio, acero y mucha basura”, dijo Haimi al medio israelí Haaretz.
No hay pruebas de que ningún prisionero haya escapado del campo antes del gran levantamiento que tomó el lugar en 1943, y por lo tanto parece que el túnel no fue usado. “Es posible que los alemanes lo encontraran y mataran al equipo sonderkommando”, dijo Mazurek.
En los últimos años de excavaciones han aparecido en el lugar varios objetos que pertenecían a víctimas del Holocausto, incluyendo llaves de casas, equipaje, monedas, pasta dental, una Estrella de David, un diente falso, pinzas dentales, aros de oro, un anillo de mujer, un reloj, botellas de perfume, un prendedor y restos de máscaras de gas que eran usadas para sacar los cuerpos de las cámaras de gas. También se han encontrado restos de estructuras y tumbas masivas.
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