Más de un año después de su presentación en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento en julio del año pasado, la Comunidad Israelita de Málaga ha retomado el proyecto y ha iniciado los primeros trámites ante el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía para que pueda ser una realidad la construcción de un centro cultural sefardí en el solar existente en la plaza de la Judería, que comunica las calles Granada y Alcazabilla, junto al torreón que alberga el centro de recepción de visitantes Ben Gabirol. Según explicó su presidente, Rubén Bentata, ya han solicitado la licencia de obras a la Gerencia Municipal de Urbanismo y también los permisos para realizar excavaciones arqueológicas previas en la parcela, a la delegación provincial de la Consejería de Cultura.
Bentata justificó la demora de casi un año y medio en emprender los trámites para desarrollar el proyecto que presentaron en el verano de 2017 en que han optado por cambiar de arquitecto para su diseño, inicialmente elaborado por Juan José Gutiérrez Blanco. Finalmente, han apostado por contar con el arquitecto madrileño Leon Benacerraf quien, según señaló el presidente de la Comunidad Israelita, va a trabajar de forma altruista para esta actuación debido a su vinculación con la Federación de Comunidades Judías de España.
Según explicó, Benacerraf –que en días pasados mantuvo un encuentro con el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, junto con los miembros de la comunidad– ha modificado el proyecto inicial introduciendo un patio interior para dar luz, incrementando el número de accesos, y ampliando la superficie prevista para la zona de museo del centro sefardí, que tendrá dos espacios expositivos en planta baja y primera de unos 400 metros cuadrados cada uno. «Aquí queremos mostrar la historia sefardí española y la de Málaga de una forma muy didáctica, para que resulte atractiva para todos los públicos», resaltó Rubén Bentata. El centro contará con una exposición permanente y otra temporal.
Sinagoga
En la planta segunda albergará un centro comunitario para los judíos malagueños, que podría contar con una sinagoga. Por último, en la zona de la cubierta, dispondrá de un restaurante que se sumará a la ya de por sí elevada oferta hostelera de esta zona del casco antiguo, donde recientemente han abierto nuevos establecimientos de este tipo.
Bentata confía en que las obras del centro sefardí puedan comenzar a lo largo del año que viene, si bien su inicio dependerá del resultado de los sondeos arqueológicos que se harán en solar, que este pasado domingo albergó una jornada cultural sefardí. El proyecto supondrá una inversión total de unos tres millones de euros y tiene un plazo de ejecución de 18 meses.
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