El juez instructor del caso por el doble atentado de Noruega, en el que murieron 93 personas, aseguró que el acusado, Anders Behring Breivik, ha reconocido haber colocado el coche bomba en Oslo y haber tiroteado a los jóvenes de la isla de Utoya, aunque “no se siente culpable”.
Breivik abandonó el juzgado de distrito de Oslo después de comparecer durante apenas media hora ante el juez que instruye el caso por la matanza de 93 personas el pasado viernes.
Los dos todoterrenos policiales con cristales tintados que llevaron al detenido hasta las dependencias judiciales abandonaron de nuevo el edificio entre fuertes medidas de seguridad pasadas las 14.30 hora local (12.30 GMT).
La televisión local “TV 2” informó de que a las 15.15 hora local (13.15 GMT) el juez instructor comparecerá públicamente, probablemente para anunciar el ingreso en prisión preventiva incondicional del sospechoso.
Estaba previsto que Breivik se declarase “no culpable” ante el juez, pese a que ha admitido ante la policía la autoría en solitario del doble ataque, en una sesión que será a puerta cerrada por expresa petición de las fuerzas de seguridad noruegas.
Breivik, un noruego de 32 años definido como fundamentalista cristiano, islamófobo y ultraderechista, había solicitado la presencia de medios en su declaración con el fin de lograr una mayor repercusión para sus tesis.
Según medios noruegos, su intención era personarse ante el juez con uniforme policial, tal como perpetró su matanza en el campamento de las juventudes socialdemócratas.
Finalmente, el juez dictaminó que la comparecencia fuera a puerta cerrada para evitar brindarle una plataforma mediática al presunto autor del doble atentado y también por razones de seguridad.
El arrestado admitió en los interrogatorios policiales previos que la tragedia fue “atroz”, pero “necesaria”, tal y como relató a los medios posteriormente su abogado.
Además, su defensor explicó que Breivik aseguraba no sentir culpa por la masacre que había cometido, alegando que iba a ser el desencadenante de su “revolución”.
El arrestado compareció ante el juez con más de tres cuartos hora de retraso sobre el horario previsto, ya que dos hombres intentaron bloquear el paso del vehículo policial que le custodiaba y abrirle las puertas durante el trayecto.
Grupos de ciudadanos concentrados ante el juzgado increparon al abogado, con gritos de “Cómo puedes defender a ese asesino” y “Dile a tu cliente que se queme en el infierno”.
El pasado viernes por la tarde un potente coche bomba estalló frente al Ministerio de Petróleo y Energía de Noruega, matando a siete personas, y dos horas después un hombre disfrazado de policía irrumpió en el campamento de las juventudes socialdemócratas noruegas en la isla de Utøya y asesinó a tiros a al menos 86 personas, en su mayoría menores de 20 años.
El primer ministro noruego, el laborista Jens Stoltenberg, ha calificado el doble atentado como “la mayor tragedia nacional desde la Segunda Guerra Mundial”.
Artículos Relacionados: