El presidente Barack Obama, afirmó el jueves en Riad que losEstados Unidos y las monarquías del Golfo Pérsico están “unidos” en la lucha para “destruir” al grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
El mandatario estadounidense arribó el miércoles a Arabia Saudita para sostener un encuentro con los dirigentes de las seis monarquías que integran el Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos, Kuwait, Omán y Catar).
Obama denunció las “actividades desestabilizadoras” de Irán, rival chiita de los reinos sunitas del Golfo, al mismo tiempo que hizo un llamado al diálogo. A ningún país le interesa tener un “conflicto” con la República Islámica, afirmó.
El mandatario estadounidense expresó su deseo de que Irán “juegue un papel responsable en la región” y que tome “medidas prácticas y concretas para promover la confianza”.
Apeló, además, a Teherán a que “zanje sus diferencias con sus vecinos por vías pacíficas” y que actúe “conforme a las leyes y las normas internacionales”.
Los Estados Unidos cuentan con sus aliados del Golfo para resolver los conflictos que arrasan la región.
“Siria estará, seguro, en el centro de las conversaciones para asegurar que los sauditas concentran sus energías diplomáticas en el alto el fuego, pero también que hagan más contra el grupo Estado Islámico“, había anticipado Frederic Wehrey, del centro de reflexión Carnegie Endowment for International Peace.
Según Rob Malley, consejero del presidente estadounidense, la búsqueda de una solución diplomática es urgente por razones humanitarias, pero también “para que los países implicados en estos combates sean capaces, una vez que se halle una solución política, de concentrarse en la lucha contra ISIS y Al Qaeda“.
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