El primer ministro Naftali Bennett destacó la importancia de los lazos entre Israel y los judíos estadounidenses en un evento organizado por las Federaciones Judías de Norteamérica el lunes.
“Ustedes nos apoyan y eso significa mucho”, dijo Bennett. “Estamos trabajando duro en una zona muy difícil para construir un país optimista, enérgico y capaz de actuar. Saber que todos y cada uno de vosotros estáis trabajando siempre para fortalecernos. Significa mucho”.
Bennett dijo que cuando habla con líderes de otros países, a menudo “no entienden” que Israel está luchando constantemente contra sus enemigos.
“Cuando estaba creciendo, viví en Teaneck, Nueva Jersey, durante un par de años. Cuando vives allí, no tienes que preocuparte de que alguien te dispare cohetes. [Pero en Israel], hay Hamás, la Yihad Islámica -por el amor de Dios, todavía tenemos al ISIS en el Sinaí: se suponía que eso se había acabado-, todo ello literalmente en nuestra frontera. Por eso tenemos que seguir siendo fuertes, y eso es lo que estamos haciendo”.
Israel y el pueblo judío “son uno”, continuó Bennett.
“Cuando un judío en Pensilvania resulta herido, me duele. Cuando un judío en Francia resulta herido, sentimos el dolor, porque somos uno”, declaró.
Bennett dijo que los israelíes deberían aprender de la comunidad judía estadounidense a ser más aceptados y tolerantes unos con otros.
“En Israel, tenemos sionistas seculares, religiosos, haredi [ultraortodoxos]… pero si te apartas tres centímetros de la norma, no puedes ir a mi shul [sinagoga]”, dijo. Pero aquí, en Estados Unidos, “sólo eres un judío y eres bienvenido, ya seas haredi, reformista, ortodoxo, ortodoxo moderno, eres bienvenido. Eso es algo que tenemos que importar, el hecho de que abracemos a todo el mundo. No significa que vayamos a estar de acuerdo en todo, pero hablaremos con los demás, nos escucharemos”.
Bennett volvió a su mensaje constante de que su gobierno trae un “nuevo espíritu de buena voluntad, de trabajar juntos”.
“No había planeado ni en un millón de años estar en un gobierno con la gente con la que estoy y no había pensado que fuera a funcionar”, admitió Bennett.
“Para empezar, los israelíes no son un grupo fácil”, dijo, provocando las risas del público.
Otras bromas fueron que las leyes de la física funcionan de forma diferente en Israel, en el sentido de que hay espacio para que la gente entre en un ascensor antes de que la gente de dentro salga, y que en Israel se considera de mala educación dejar que los interlocutores completen sus frases.
Asaf Zamir, que se convertirá en cónsul general de Israel en Nueva York dentro de dos años, hizo unas breves declaraciones antes de Bennett.
Zamir dijo que le habían aconsejado que, cuando no supiera cómo abrir un discurso, “dijera la frase del difunto [ex primer ministro] Ariel Sharon, vengo de Jerusalén, la capital eterna del pueblo judío”.
“Le dije que vengo de Tel Aviv”, bromeó el ex teniente de alcalde de la ciudad.
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