El criminal de guerra nazi Klaus Barbie estuvo profundamente involucrado en la creación de uno de los carteles de la droga más importantes de Sudamérica, según el semanario alemán Der Spiegel.
Conocido como el “Carnicero de Lyon” por sus torturas a prisioneros, el exjefe de la Gestapo en esa ciudad francesa huyó hacia allí tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Fue extraditado de Bolivia a Francia en 1983 y condenado a cadena perpetua en 1987 por crímenes de lesa humanidad. Murió en prisión en 1991.
Según Der Spiegel, Barbie, bajo el alias de Klaus Altmann, se convirtió en asesor de seguridad del jefe narco Roberto Suárez tras conocerse en la década de 1970.
Gary Suárez dijo que fue “una persona importante para mi padre”.
“Sabía algo de seguridad, estrategia militar y el trabajo de los servicios secretos”, afirmó.
Barbie también asesoró activamente a los servicios de seguridad bolivianos, ayudando a crear un «escuadrón de la muerte» para el dictador Luis García Meza.
Un despacho de la CIA de mayo de 1974 revela que los oficiales de la agencia sospechaban que estaba involucrado en el narcotráfico, según Der Spiegel.
Barbie fue reclutado como agente anticomunista por los servicios secretos estadounidenses después de la guerra. Estados Unidos posteriormente se disculpó con Francia por ayudarlo a evadir la Justicia.
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