Atacantes suicidas explotaron dos mezquitas en Afganistán el viernes y mataron al menos a 72 personas, incluidos niños, dijeron funcionarios y testigos.
Un terrorista entró en una mezquita musulmana chií en la capital, Kabul, mientras la gente rezaba el viernes por la noche y detonó un explosivo, explicó un feligrés presente.
Al menos 39 personas murieron en la explosión en la mezquita Imam Zaman en el distrito de Dasht-e-Barchi, al oeste de la ciudad, remarcó el vocero del Ministerio del Interior Najib Danish.
Ningún grupo reivindicó su responsabilidad. Pero los musulmanes chiítas sufrieron una serie de ataques en Afganistán en los últimos meses, muchos de ellos reivindicados por los militantes musulmanes sunitas del Estado Islámico.
Los bombardeos son los últimos de una serie de ataques violentos contra la minoría chií del país.
Por otra parte, un ataque suicida mató al menos a 33 personas en una mezquita en la provincia central de Ghor, afirmó un portavoz de la policía.
El ataque pareció apuntar a un líder local del partido político Jamiat, según una declaración del gobernador provincial de Balkh, Atta Mohammad Noor, una figura destacada en Jamiat.
Una vez más, nadie se adjudicó la responsabilidad de inmediato.
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