El canciller de Brasil, José Serra, intentará cambiar el voto anti-israelí de Brasil dado en una sesión de las Naciones Unidas, en abril, donde se discutieron los derechos de los bienes culturales en las áreas conquistadas por Israel en la Guerra de los Seis Días, según informaron medios brasileños.
El texto de la resolución aprobada en la 199ª sesión de la UNESCO no reconoce la conexión judía con el Muro de los Lamentos (Kotel) y el Monte del Templo y llama a Israel una “fuerza ocupante”. Se aprobó con 33 votos a favor, entre ellos Brasil. Hubo 17 abstenciones. Según informes, Francia también decidió cambiar su voto.
“En términos prácticos, (la resolución) fue más bien un pretexto para que el mundo árabe pudiera difundir el odio contra Israel”, leyó una declaración de la Confederación Israelita de Brasil.
A pesar de que la nueva votación del país latinoamericano no resulta suficiente para cambiar la resolución, la medida demuestra la buena voluntad del gobierno brasileño de cambiar la relación ácida con Israel, fomentada por la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, que actualmente se encuentra suspendida por el Congreso en medio de un proceso de destitución.
“El hecho de que la decisión no haga referencia a los lazos históricos del pueblo judío con Jerusalem, en particular con el Muro de los Lamentos -el lugar más sagrado para el judaísmo -es un error, lo que hace que el texto sea parcial y desequilibrado”, expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores en Brasil en un comunicado emitido la semana pasada.
“El gobierno brasileño reitera su pleno reconocimiento de estos vínculos y nuestra posición a favor del libre acceso de los fieles de las tres religiones (cristianismo, Islam y judaísmo) a los lugares sagrados de la ciudad vieja de Jerusalem y su apoyo a los acuerdos existentes entre Israel y Jordania para su administración”, agregó.
Tras el ataque terrorista en el Centro Comercial Sarona en Tel Aviv la semana pasada, el gobierno brasileño dejó clara su postura amigable hacia Israel.
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