Castrillo Mota de Judíos, el municipio burgalés que el año pasado abandonó oficialmente el apellido ‘matajudíos’, está ultimando un viaje a Israel, de índole institucional, económica y cultural, para potenciar su hermanamiento con la comunidad sefardí internacional.
El alcalde de la localidad, Lorenzo Rodríguez, ha explicado que programarán varios encuentros institucionales, con la Embajada de España, el Instituto Cervantes de Tel Aviv y autoridades de Jerusalén, Tel Avid y Kfar Vradim, ciudad hermanada con Castrillo.
Igualmente, la visita servirá para mantener encuentros con representantes de organizaciones comerciales israelíes, así como con colectivos culturales e históricos, a los que se les plantearán diferentes proyectos de colaboración.
Al margen de las conexiones comerciales que se puedan establecer, Castrillo Mota de Judíos propondrá la creación de un bosque “hermanado” con Kfar Vradim, es decir, crear “un bosque de Israel en Castrillo, un bosque de Castrillo en Israel”, ha indicado Rodríguez.
Por otra parte, el municipio buscará desarrollar un programa de intercambio de profesionales entre excavaciones arqueológicas, la de Castrillo dedicada a la puesta en valor del antiguo asentamiento judío, localizado en una mota, que da nombre al municipio.
El alcalde ha recordado que en abril está previsto que comience la segunda fase del proyecto de excavaciones, dotada con un presupuesto de 30.000 euros, para ir recuperando los restos arqueológicos descubiertos tras las 7 catas realizadas en 2015.
El objetivo último es recuperar el antiguo asentamiento para abrirlo al visitante, de tal modo que se reservará todos los años una partida económica para llevar a cabo los trabajos, según el programa de excavaciones que vayan marcando los arqueólogos.
De momento, la Junta de Castilla y León ya colabora económicamente con la iniciativa, a través de un convenio que ha permitido contar con esos 30.000 euros, y se buscan también los apoyos de la Diputación de Burgos.
La comunidad judía, “muy ilusionada” con el proyecto sefardí de Castrillo, está dispuesta a sumarse, ha asegurado Rodríguez, así como el Centro Sefarad-Israel, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, que además es el que organiza el viaje a Israel.
El alcalde ha recordado que Castrillo es un municipio pequeño, con un presupuesto limitado y con otras muchas más necesidades, así que sin ayuda exterior difícilmente van a poder acometer el proyecto de excavaciones.
Tampoco el centro de interpretación de la cultura sefardí, una apuesta de la Junta de Castilla y León, como destacó la consejera de Cultura, María Josefa García Cirac, en octubre del pasado año, durante los actos oficiales de cambio de nombre.
Rodríguez ha explicado que se trabaja en la redacción del proyecto, pero aún queda mucho por hacer; por ese motivo, Castrillo se centra en otras iniciativas, como la visita del publicista español de origen sefardí Luis Bassat, prevista para el 22 de abril.
Castrillo Mota de Judíos abandonaba el pasado año su apellido histórico “matajudíos”, recuperando el sentido original del mismo, relacionado con el asentamiento de la comunidad judía en una mota próxima al municipio.
Tras el cambio se iniciaba un proyecto cultural e histórico de hermanamiento con la cultura sefardí, que ha tenido muy buena acogida entre la comunidad judía en España y también por parte de autoridades israelíes.
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