El ejército israelí mató hoy a catorce palestinos e hirió a unos 1.100 tras la represión con gas lacrimógeno, balas de goma y de plomo en la serie de protestas denominadas “Marcha del Retorno” en la Franja de Gaza, según informó el Ministerio de Salud manejado por Hamás.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) estimaron que más de 30.000 palestinos participaron en las manifestaciones a lo largo de la frontera de Gaza, centradas en seis sitios principales de protesta donde los alborotadores lanzaron bombas incendiarias y piedras contra las tropas.
Las protestas parecían disminuir después de la puesta del sol, pero el ejército afirmó que está en alerta máxima. Los tanques y aviones israelíes bombardearon sitios de Hamás al atardecer, después de que dos habitantes de Gaza abrieron fuego contra las tropas, informó las FDI.
El ejército israelí no confirmó las cifras de Hamás, pero afirmó que enfrentaba un “terrorismo violento” en la cerca fronteriza. El ejército señaló que los organizadores de las protestas intentaban deliberadamente poner a civiles en peligro, y citó un incidente en el que una niña de siete años había sido enviada a la valla de seguridad en un aparente intento cínico de atraer el fuego israelí.
El portavoz de las FDI, Ronen Manelis, afirmó que el ejército israelí usó “fuego puntual” dondequiera que hubiera intentos de romper o dañar la valla de seguridad fronteriza.
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