Cineasta que narra la restauración de una sinagoga, consigue reconstruir su propia identidad judía

Por:
- - Visto 655 veces

Hace cuatro años y medio, Aaron Wolf pensó que se disponía a hacer una película sobre la restauración del Templo de Wilshire Boulevard, una sinagoga grande e imponente de Los Ángeles, en extrema necesidad de reparación.  Lo que no sabía era que al comenzar la crónica de la vuelta del edificio a su gloria anterior, también se había embarcado en un viaje que reconstruiría su propia identidad judía y el sentido de pertenencia comunitaria.

“Restaurando el Mañana”, que se estrena el 23 de enero en el Centro Cultural Skirball de Los Ángeles, es ostensiblemente la historia de uno de los tesoros arquitectónicos de Los Ángeles y el hogar de la congregación judía más antigua de la ciudad.  El edificio de 65.000 pies cuadrados de construcción y altamente adornado – su santuario diseñado para parecerse a un opulento palacio de película – estaba en completo mal estado. Literalmente en ruinas, una extensa lona había sido colocada debajo de su cúpula, que alguna vez fue espectacular, para evitar que caigan sobre las cabezas de los asistentes enormes trozos de yeso.

Construido en 1929 con fondos de los hermanos Warner y otros magnates del cine, el templo de Reforma cuenta con una cúpula bizantina y murales de temática bíblica, diseñados por el director artístico de Hollywood y diseñador de producción Hugo Ballin. Escenógrafos y tramoyistas de Hollywood hicieron gran parte de la construcción, que después de décadas resultó ser un verdadero problema.


“Era un escenario de película increíble pero no realmente un edificio sólido. Hay un montón de perspectivas forzadas y falsas fachadas,” dijoWolf, de 34 años, al The Times of Israel.

Se sorprendió personalmente, por ejemplo, al enterarse de que la cúpula de la sinagoga no es sólida.  La cúpula que se ve desde el exterior del edificio no es la misma cúpula que se ve desde el interior del santuario.  En la película, vemos a Wolf con un casco de construcción explorando el gran espacio entre las dos estructuras.  Le sorprendió también saber que la hermosa cúpula azul que todo el mundo miraba asombrado, no era en realidad tan azul; una luz proyectada sobre ella le daba su rico color.

director aaron wolf

El director Aaron Wolf (cortesía)

El documental entrelaza tres hilos.  La primera es la narrativa contemporánea de un exitoso esfuerzo del actual rabino del Templo Wilshire Boulevard Steven Leder, de convencer a la junta del templo y miembros de asumir el gran proyecto de restauración del edificio original y construir su campus adyacente por una suma de $ 150 millones.

El rabino hizo su pedido a la junta después de realizar un estudio demográfico. Se demostró que a pesar de la ubicación del templo en el corazón de lo que ahora es el barrio coreano de Los Ángeles, y que la mayoría de los Judíos se han mudado a barrios al oeste, había, de hecho, muchas familias judías jóvenes que estaban regresando a la zona.

“Así que me reuní con la junta y les dije: ‘Tenemos que priorizar y hay que ponerse a trabajar. O deberíamos vender este lugar, tomar el dinero y construir más yeso y vidrio en el oeste de Los Ángeles, y deberían empezar a buscar un nuevo rabino porque yo no voy a convertir este lugar en una iglesia ‘”, Leder dice en el película.

Vemos aspectos destacados de los trabajos de restauración real, que tuvieron lugar entre 2011 y 2013. El edificio principal del templo está rediseñado y puesto al día según los códigos actuales, apuntalándolo para las generaciones venideras.  Restauradores de arte limpian, pintan y vuelven a aplicar hojas de oro a los increíbles murales de Ballin. Especialistas en vitrales sacan cuidadosamente cada sección de las enormes ventanas del santuario, las  limpian, reparan y las vuelven a colocar.

Wilshire

La restauración de la cúpula del templo del Boulevard Wilshire. (Dave Bullock)

El segundo hilo en “Restaurando el Mañana” es la narración de pasado histórico de Wilshire Boulevard, su contribución a la historia de Los Ángeles, en todas las épocas. Cada uno de los rabinos del templo puso su sello único en el templo, especialmente Edgar F. Magnin, que sirvió a la congregación durante 69 años, desde 1914 hasta su muerte. Un hombre con importancia propia, que se codeaba con la elite de Hollywood y que convirtió al Templo Wilshire Boulevard en el centro de la vida judía de Los Ángeles durante una gran parte del siglo 20.

El último y más importante hilo es el puente entre la historia del templo y el propio cineasta Wolf. Este es el corazón de la película.

Como dato curioso tenemos que el abuelo del cineasta, Alfred Wolf, un refugiado de la Alemania nazi, fue un rabino en el Templo de Wilshire Boulevard durante décadas. Se inició en 1949 como un rabino asociado bajo Magnin, y, finalmente, asumió el cargo de rabino mayor durante un año, después de la muerte de Magnin. Bajo su liderazgo, el templo abrió Campamento Hess Kramer en 1952, y el Campamento Gindling Hilltop en 1969, ambos en Malibú.

Después de su jubilación en 1985, Wolf se quedó como rabino emérito mientras que al mismo tiempo se involucró profundamente en las relaciones interreligiosas como director fundador del Instituto Skirball de Valores Americanos del Comité Judío Americano. Murió en 2004 a la edad de 88 años.

A pesar de su herencia familiar del liderazgo en el templo de Wilshire Boulevard, el cineasta se alejó no sólo de él, sino también del judaísmo después de que se fue a estudiar cine en la Universidad de Nueva York.

“Cuando yo era niño, mis padres no estaban tan involucrados en el templo como lo están ahora. Yo era muy cercano a mi abuelo, pero realmente no me conecté mucho con él hecho de que era el rabino, aparte de saber que trabajaba en el templo. Para mí, no era más que mi abuelo, la persona que me enseñó a nadar “, dijo Wolf.

templo Wilshire

El exterior del templo Wilshire Boulevard durante la restauración. (Dave Bullock)

Wolf hizo su bar mitzvah en el templo, y asistió a sus campamentos y a la escuela dominical, pero lo que aprendió no resonaría mucho con él.

“Mi mejor recuerdo de la escuela dominical eran los 30 minutos en el auto con mi padre de nuestra casa al templo.  Disfrutamos de ese tiempo juntos.  Solíamos escuchar nuestros programas favoritos de la radio pública”, relató.

Incluso después de regresar a Los Ángeles para comenzar su carrera en cine, Wolf permaneció en su mayor parte al margen de la congregación y la vida judía afiliada.

En realidad volvió al templo hace media década cuando estaba a punto de casarse, y él y su novia no judía buscaron el consejo de Rabino Leder acerca de su conversión.  El compromiso se rompió poco antes de la boda, pero Wolf se mantuvo conectado después de que el rabino le pidiera que documentara en video el proyecto de restauración del templo.

Un viaje personal

Wolf se ve a sí mismo como una persona diferente, o por lo menos un judío diferente, gracias a su trabajo en “Restaurando el Mañana.”  La realización de una película es siempre un viaje, pero este resultó ser uno muy personal, dijo.

aaron wolf-1

La imagen del cineasta Aaron Wolf reflejada en la imagen de su difunto abuelo, el Rabino Alfred Wolf en el templo de Wilshire Boulevard. (Howling Wolf Productions)

Al ser testigo del enorme esfuerzo puesto en asegurar el futuro del templo de importancia histórica y su papel en la comunidad judía de la ciudad, así como de la ciudad en su conjunto, Wolf se dio cuenta de la importancia de la continuidad judía. También comprendió el papel crítico que él y otros judíos americanos de su edad juegan en asegurar esa la continuidad.

“Mi familia es pequeña. Mi hermana no vive en Los Ángeles, así que si va a haber alguna participación en el Templo Wilshire Boulevard en el futuro a largo plazo, va a venir de mí. Si yo no estoy ahí, entonces el gen Wolf desaparece. Me siento responsable”, compartió.

En el transcurso de hacer la película, Wolf se ha vuelto a reconectado con algunos aspectos de la práctica religiosa judía y asistió a eventos del templo con sus padres.  Incluso se ve a sí mismo aceptando un puesto en la junta del templo.

“Hace cuatro años, nunca me habría imaginado algo así”, dijo.

Tampoco habría pensado que criar una familia judía habría sido tan importante para él como lo es ahora.

“Estoy 100% seguro de que quiero – no, necesito – que mis hijos sean criados como judíos y sean parte del templo”, afirmó Wolf, que aún está por casarse o ser padre.

La sensación de decepción de Wolf consigo mismo por haberse distanciado de sus raíces judías durante una década, impregna la película. El aliento que recibe cuando le dicen que no es raro que los adultos jóvenes se alejen de la vida judía organizada hasta que se casan y tienen hijos, no alivia su culpabilidad.

“Yo me siento mal por esto porque miro a mi alrededor a mis compañeros y ellos no sienten la necesidad de conectarse. En este momento, en esta época en los EE.UU., no tenemos lo suficiente por qué luchar. No sabemos todo lo que deberíamos y no tenemos una conexión directa a la experiencia de nuestros antepasados “, dijo.

Le duele que él pudiera haberse alejado del judaísmo, ser parte de la estadística de los que se fueron y nunca regresaron.

Wolf quiere que esta película sirva como una llamada de atención para su generación, una súplica para construir (o al menos, restaurar) y ser construido.

(Traducido por el Consulado General H. de Israel en Guayaquil)

1 comentario en «Cineasta que narra la restauración de una sinagoga, consigue reconstruir su propia identidad judía»

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: