La demanda de máscaras de gas trepó un 30 por ciento en las últimas dos semanas, en tanto que los israelíes se muestran crecientemente inquietos por las perspectivas de que estalle una guerra en la frontera norte.
El aumento de la demanda surge en el contexto de la escalada de tensión tras el presunto ataque de la aviación israelí contra dos cargamentos de misiles iraníes destinados a Hezbollah, en las cercanías de Damasco, a principios de mes, y de un amplio ejercicio a nivel nacional simulando un ataque de misiles con ojivas químicas, que comenzó este lunes.
Hasta hace dos semanas, la demanda de máscaras de gas rondaba las dos mil unidades diarias, según el informe de la vocero del Correo de Israel, Maia Avishai. En las últimas dos semanas, la demanda creció un 30 por ciento hasta alcanzar el pico de 4.730, el día domingo.
El Correo de Israel ha distribuido hasta ahora 4.800.000 máscaras de gas. La portavoz del Correo de Israel instó a los ciudadanos a marcar el 171 y ordenar los dispositivos que luego serán enviados a sus hogares. La vocero del Correo dijo no saber cuántos equipos quedan; pero que “el número es limitado”.
El ministro del Frente de la Retaguardia (Defensa Civil), Gilad Erdan, puntualizó que “un 57 por ciento de la población está equipada con máscaras de gas”.
Erdan manifestó que la posibilidad de que Israel sufra un ataque químico son “muy bajas” y explicó que se deben asignar otros mil millones de shekels a su ministerio para suministrar estos equipos a toda la población.
El titular de Defensa Civil, expresó, no obstante, que su mayor preocupación es el hecho de que solamente un tercio de los israelíes tiene un “cuarto seguro” en sus viviendas y que los nuevos fondos deberían ser canalizados para cambiar esta realidad.
El jefe de la Inteligencia Militar, general Itai Brun, estimó en abril pasado que el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, posee cerca de mil toneladas de agentes nerviosos.
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