Como israelíes, tenemos mucho en nuestro plato en estos días. En medio de todo el tumulto y la división por las primeras votaciones sobre la Reforma Judicial, el líder de la oposición, MK Lapid, se reunió con el primer ministro Netanyahu esta tarde para discutir los dramáticos desarrollos nucleares en Irán.
Quienes están familiarizados con el proceso legislativo en Israel saben que la redacción de las leyes, especialmente las controvertidas, sufre una revisión significativa entre la primera votación y la segunda y tercera votación. Además, la redacción de las leyes, especialmente las controvertidas, antes de la primera lectura deja espacio para el compromiso de buena fe.
Sin embargo, a muchos buenos israelíes, a los que les gustaría que la ley se aprobara después de que se alcancen compromisos, les preocupa que lo que aprobó esta noche la Knesset también se apruebe en las votaciones finales sin lo que consideran mejoras necesarias.
Se abrió una “ventana de oportunidad para el caos” cuando se propuso por primera vez la reforma judicial. Devolver la ley al comité para su revisión antes de las votaciones finales es un hito en el camino para cerrar esta “ventana”.
Con el arma legislativa “amartillada”, espero sinceramente que los líderes de la oposición en la Knesset se unan con ahínco para elaborar leyes que puedan gozar de una amplia aceptación. Hay mucho espacio para el optimismo, como lo demuestra, por ejemplo, el conjunto propuesto de legislación para la reforma judicial preparado en privado por un equipo de expertos legales israelíes, descrito en el artículo semanal del reportero legal Dr. Yehuda Yifrach en el Makor Rishon .periódico. El Dr. Yifrach, el único derechista del grupo, se complació en informar que “no podía creer que saldría un documento que yo podría respaldar en un 95 por ciento, pero ocurrió el milagro… Si yo fuera el Ministro de Justicia o el presidente del Comité de Constitución, Ley y Justicia de la Knesset, este documento (con ajustes menores) sería mi propuesta de apertura y no la redacción de compromiso después del hecho”.
El tiempo es la esencia. Si los miembros de la oposición del Comité de Constitución, Ley y Justicia de la Knesset se niegan a participar en el proceso, todavía es posible que el MK Simcha Rothman, el presidente del comité, dirija la revisión de las leyes como si la oposición estuviera participando. Eso le mostrará al público si la oposición realmente se opone a la propuesta o simplemente está luchando contra cualquier cosa que proponga un gobierno de derecha.
Cuanto antes se hagan públicos los textos de las versiones finales de compromiso de las leyes, antes podrán tranquilizarse a los buenos israelíes con preocupaciones genuinas y legítimas de que la estridente pesadilla de las manifestaciones ha pasado.
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