Manifestantes egipcios a favor de la democracia fueron atacados por hombres armados con cuchillos en las cercanías del Ministerio del Interior en El Cairo. Se trata de la primera vez que los activistas opositores son atacados desde que anunció su salida el ex presidente Hosni Mubarak.
A lo largo del fin de semana, los manifestantes han irrumpido en diversas oficinas de la policía secreta para recuperar documentos que consideran prueba de cómo torturaban y espiaban a la sociedad egipcia.
El desmantelamiento de la policía secreta es una de las principales demandas de los movimientos pro democracia. Por su vez, el ex ministro de Petróleo de Egipto, Sameh Fahmi fue convocado para ser interrogado por el fiscal general del Estado de ese país para dar cuentas sobre la exportación de gas egipcio a Israel.
La fiscalía egipcia sospecha que Fahmi autorizó la venta de gas natural a Israel y a otros seis países europeos a precios artificialmente bajos, por un monto que causó pérdidas por valor 3.000 millones de libras egipcias en durante cinco años, lo que representa más de 500 millones de dólares. Fahmi dijo, en su defensa, que cumplió las órdenes del destituido presidente Hosni Mubarak.
Egipto acordó la venta de 7 mil millones de metros cúbicos de gas por año a Israel, lo que representa el 45 por ciento del gas que la Compañía de Electricidad de Israel emplea para producir energía eléctrica. Sin embargo, las ventas provocaron una estridente oposición en Egipto, el año pasado.
Egipto ha cerrado el gasoducto hace un mes, tras la explosión en una terminal, en el norte de la península del Sinai, presumiblemente provocada por terroristas o saboteadores, y se sospecha que no esta renovando el suministro de gas a Israel por razones de índole políticas y no técnicas.
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